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MANIFIESTO POR LA NOOSFERA: La Siguiente Etapa en la Evolución
de la Consciencia Humana
La Tierra y Yo Somos Una Sola Mente
Debemos ampliar nuestro enfoque con el fin de abarcar la
formación que está teniendo lugar ante nuestros ojos… de una
entidad biológica particular como nunca ha existido en la
Tierra: el crecimiento, por fuera y por encima de la biosfera,
de un estrato planetario añadido, un envoltorio de substancia
pensante a la que, por conveniencia y simetría, le he dado el
nombre de Noosfera.
–
Pierre Teilhard de Chardin, El Porvenir del Hombre
Durante más de cinco mil de mis órbitas alrededor del Sol, los
humanos han estado alterando mi paisaje. Algunos de ellos
hermosos como las terrazas de cultivo de arroz en la Lejana Asia
Oriental o de la siembra de maíz en los Andes de América del
Sur. Canales, acequias, diques para desviar el agua, pirámides y
templos, grandes murallas sinuosas, y luego las ciudades con sus
sistemas de conexión de carreteras, y a lo largo de la costa
grandes puertos marítimos y barcos con velas ondeando en busca
de nuevas tierras que conquistar, nuevas mercancías para
comerciar, y siempre aquí o allá, grandes ejércitos en guerra
devastando a la tierra. Éstos eran los más inteligentes, los
ansiosos por la riqueza y el poder.
Los inteligentes me trazaron con mapas, e hicieron globos
terráqueos para imitarme; eligieron vivir su propio tiempo y
dejaron de vivir de acuerdo con los grandes ciclos que rigen el
orden universal. A causa del dinero, dividieron su tiempo y
dividieron la Tierra. Ya no se consideraban parte de la Tierra,
sino que Yo, la Tierra, me convertí en su esclava. Crearon todo
tipo de máquinas y para sus máquinas necesitaron todo lo que
pudieron sacar de la Tierra: Destruyeron mis bosques,
desgarraron mis montañas y cavaron profundamente en la tierra y
en el mar, tras el combustible que hace funcionar las máquinas.
Y vi que entre los inteligentes había videntes y soñadores,
profetas y mensajeros, poetas y artistas que vieron otro mundo,
quienes les advirtieron, que trataran de dominar su codicia y su
lujuria para beneficio de sus almas.
Y vi a aquellos que optaron por no construir y edificar, quienes
decidieron no alterar mi paisaje, quienes se contentaron con
pequeñas viviendas de cuero y piel, barro y adobe, quienes
pintaron en la arena, y dibujaron en las rocas y en las paredes
de las cuevas, quienes siguieron a los animales salvajes en sus
senderos y caminos silvestres, quienes oraban con la luna, las
estrellas y el sol, quienes cantaron el sueño de la noche
cósmica. Entre ellos, también, estaban los videntes, la gente
medicina, los sabios, y son ellos quienes hablaron por mí:
Yo soy uno con la Tierra
La Tierra y yo somos una sola mente
Ustedes no están separados de mí, aunque puedan pensar que lo
están. Son uno conmigo. Su mente y la mía, la mente de la
Tierra, son una y la misma mente. Y esta mente única se llama
noosfera – la mente de la Tierra que envuelve la totalidad de mi
cuerpo como un manto invisible, penetrando en cada ser vivo,
dotando a cada uno de un rayo del espectro de la conciencia de
vida que se extiende desde el centro de la galaxia, a nuestro
Sol, a mí y a todos los que habitan en mi superficie. No son
sino un sólo organismo planetario. Toda la vida es una, así como
yo soy un todo indivisible.
Para aquellos que tienen ojos para ver y oídos para oír y
corazones que conocen desde adentro, ha llegado el momento para
que puedan escuchar, mi manifiesto por la Noosfera. Escuchen de
nuevo y reciten conmigo:
Yo soy uno con la Tierra
La Tierra y yo somos una sola mente
Miren nuestros mares, cubiertos de basura y con petróleo
ardiendo. Miren a sus vecinos sin hogar y que huyen en busca de
refugio. Miren a sus niños apiñados en las aceras mendigando y
buscando alimento. Miren a los mercaderes que son dueños de las
máquinas y los bancos, escondiéndose detrás de las puertas
blindadas y los guardias de seguridad. Miren a los ancianos
sentados en el borde de lo que alguna vez fue un bosque,
llorando por la pérdida de una realidad antigua.
Yo soy la Tierra. Yo soy la mente de todos ustedes. Ahora hablo
a través de todos ustedes. Escuchen: En un momento de mi tiempo,
todo cambiará. Me levantaré de la tierra del sueño y convertiré
la vestidura de la conciencia envuelta en torno a la perfección
de mi forma giratoria. El tiempo del dinero y la máquina va a
terminar y un nuevo tiempo comenzará, y ustedes conocerán de
nuevo lo que habían olvidado. Y a partir de ese momento se
establecerán los nuevos códigos del ser y de la realidad, los
códigos de la noosfera. No habrá más naciones, ni más dinero, ni
más verdades encubiertas, ni más pobreza, ni más drogas, ni más
armas, ni más bombas, sino un nuevo mundo de telepatía
universal. Todos entenderán, como uno y al mismo tiempo, que
sólo hay un tiempo para la Tierra, una simultaneidad de día y
noche, una sincronicidad continua.
Su mente comenzará a transformar todo lo que se ha echado a
perder en una obra de arte viviente, la Tierra entera convertida
en una obra maestra, rodeada por un arco iris de polo a polo –
una única forma de pensamiento hecho visible. Ciudadanos de la
Tierra, vamos a sentir una presencia galáctica, la Noosfera,
nuestra central telepática. Un diseño del destino escrito en un
plan divino, siguiendo una medida común de tiempo universal que
nos unifica en una sola mente. Aceptaremos a los visitantes de
otros mundos; recibiremos cualquier conocimiento que nos llegue
de los ancianos de las estrellas que han estado esperando a que
nosotros maduremos en la Noosfera, convirtiéndose en la nueva
jerarquía de la civilización cósmica.
Nada nos impedirá seguir el camino sin fin – durante tres
milenios desplegaremos la forma de vida de la Tierra como una
obra de arte. Sólo así vamos a ampliar la noosfera en el
panorama de la mente cósmica, irradiando desde los centros de
nuestro cerebro el nuevo órgano que considera el entero
universal como un círculo girando incesantemente, pero que jamás
abandona la Tierra, nuestro hogar cósmico. Este es nuestro
manifiesto para la Noosfera:
Yo soy uno con la Tierra
La Tierra y yo somos una sola mente
Manifiesto por la Noosfera, págs. 19-22, José Argüelles,
Editorial EDAF 2012
EPÍLOGO
LA FE Y LA NOOSFERA
Así concluye el Manifiesto por la Noosfera. Tras haber
escrito este texto para un público que quizá nunca haya oído
hablar de la noosfera, y mucho menos considerado tal posibilidad
como la siguiente etapa de nuestra evolución en esta Tierra,
debo añadir que sin la fe, nada de esto sería posible. Para
mucha gente la idea de la noosfera puede parecer una hipótesis
no demostrada. Sin embargo, si este gran conocimiento
colectivamente descubierto y activado fuera efectivo, no podría
someterse a cuestionamientos ni escepticismos, que hoy lo
consideran como algo imposible. La ciencia dice que ver es
creer, pero como cualquier buen visionario sabe, tienes que
creer para poder ver. Esa es la única forma en que lo nuevo
puede ser previsto. Y si puedes verlo, entonces puedes
demostrarlo. Una fe, un deseo, una aspiración incesante es todo
lo que se necesita, junto con el esfuerzo de llevarlo a cabo
hasta el final. Esta es la fe de donde se nutren todos los
visionarios que se han atravido a soñar con la Noosfera.
Aunque se ha puesto un gran énfasis en el deseo del colectivo
humano de llevar a cabo la activación de la Noosfera, esto solo
puede tener éxito con una fe que esté en alineación con el
Propósito Divino, lo que yo creo que es el caso. Puede no estar
de moda estos días hablar de Dios con convicción, pero sin Dios
este universo, con la compleja elegancia de todas sus leyes no
existiría. Los mitos Hopi enfatizan constantemente que, a causa
de que la mayoría de la gente olvidó alabar diariamente al
Creador, el mundo fue destruido. Y gracias a los pocos que
recordaron alabarle siempre, apareció un nuevo mundo. La
aparición del mito de la Noosfera sigue el mismo patrón
arquetípico. Pero hay incluso más. El concepto de la Noosfera
es, en palabras de Teilhard de Chardin, “una prueba reciente de
que la verdad solamente tiene que aparecer una vez, en una sola
mente, y ya nunca más nada podrá impedir lo que invada y lo
ilumine todo”.
“¡Alabemos todos al Único, al Creador de todo lo que existe!
¡Qué todos los seres sean felices! Mitakuye Oyasin ¡Por
todas mis relaciones!”
“Todos somos uno con el prójimo y con Dios” –Babayi Mahavatar
“Yo soy uno con la Tierra, la Tierra y yo somos una sola mente”
–José Argüelles (12/12/2010) Silio 28 de la Luna Entonada,
Kin 248 Estrella Magnética Amarilla
Anillo de la Luna Entonada Roja
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