No es una Crisis Biosférica,
Sino una Emergencia Noosférica.
Visionando la Regeneración del
Planeta Tierra
Ponencia, Segundo Congreso Planetario de los Derechos
Biosféricos
Parlamundi de la Fraternidad Ecuménica
Brasilia, Brasil
3-7 de la Luna Eléctrica, Año de la Luna Magnética Roja
(Gregoriano:
22-26 de
Septiembre
de 2006)
No es una Crisis
Biosférica, sino una Emergencia Noosférica
Visionando la
Regeneración del Planeta Tierra
Ponencia,
Segundo Congreso Planetario de los Derechos Biosféricos
Presentado por
el Instituto de Investigación Galáctica – Fundación para la Ley
del Tiempo
Enunciado del
Problema
“...No
es científico aceptar el concepto de una biosfera y rechazar el
concepto de una noosfera. La noosfera es tanto una parte de la
Tierra como cualquier otra esfera, tal como la hidrosfera. De
hecho, en virtud de ser la causa de la mayoría de los problemas
ecológicos y el asiento de toda acción ecológica, la noosfera
debería, desde el punto de vista del ecologista, ser la capa más
crucial. Su salud y su protección de la perversidad propia del
hombre debería ser una de sus preocupaciones. Porque obviamente
la contaminación noosférica es la fuente de toda la
contaminación”.
P. R. Masani, “La Ecología de la
Noosfera...”
(1995)
Cuando se dice que
“la contaminación noosférica es la fuente de toda la
contaminación”, estamos hablando de la función de la capa
pensante del humano en el esquema de sistema entero del diseño
planetario. Este diseño constituye una dinámica evolutiva. Al
traer la noosfera a una discusión sobre la crisis biosférica,
estamos reconociendo que, a menos que pongamos nuestras mentes a
pensar en el significado y la naturaleza de la noosfera no vamos
a resolver la crisis biosférica. En primer lugar, esto significa
reconocer el impacto de la capa pensante del humano en todos los
ciclos biogeoquímicos -evolutivos y dinámicos - del sistema de
la Tierra.
“PREOCÚPATE.
PREOCÚPATE MUCHO”. La nota de la portada de la revista Time
del 3 de abril de 2006, con un reportaje especial sobre el
calentamiento global pide a gritos tu atención: “El cambio
climático no es un problema futuro vago; ya está dañando al
planeta a un ritmo alarmante. He aquí, cómo te afecta a ti, a
tus hijos y a sus hijos también”.
Por el modo en que Time lanza este
artículo podrías haber deducido que el cambio climático era el
villano, desviando así la atención de la idea de que el
calentamiento global pudiera ser una función de la contaminación
noosférica. El daño procedente de la
reducción de recursos humano y la consecuente emisión de gases
invernadero no habría ocurrido si la capa pensante del humano –
como la noosfera – no hubiera diseñado primero los conceptos de
tecnología de la máquina, y el consumo de combustible fósil o la
energía atómica requerida para operar en este vasto complejo, la
tecnosfera. Debemos entender que la característica distintiva
del elemento humano en la biosfera es la capacidad para
evolucionar simultáneamente y luego participar en la capa
pensante del planeta, la noosfera.
Sin comprender el
significado y el propósito evolutivo de la noosfera como la
mente auto-reflexiva o capa mental del planeta, no
comprenderemos verdaderamente los tipos de soluciones necesarias
para restablecer un futuro viable para el planeta. Como P.R.
Masani indica, hasta ahora, “el movimiento ecológico presenta
deficiencias siendo el escollo común, la negligencia de la
noosfera”. Este es un punto muy relevante. Así como la mayoría
de los humanos son apenas conscientes, de ser un miembro
funcional - o disfuncional - de la biosfera, son aún menos
conscientes de participar en un campo mental colectivo llamado
noosfera.
Esta noosfera es el
campo mental que damos por hecho como el entorno psicológico
común a todos. Este entorno mental envolvente inconscientemente
está cargado de supuestos, y, dependiendo de en qué parte del
mundo pudieras encontrarte, puede estar lleno de flagrantes
contradicciones. Los supuestos mentales de un granjero de Iowa
pueden ser muy diferentes de los de un campesino de las
provincias interiores de China, y mucho más de uno de Irán. Sin
embargo, no importa dónde estemos, generalmente asumimos que lo
que asumimos todos los demás lo suponen, y que si alguien asume
de forma diferente, es él quien está equivocado y no nosotros.
Esta es la inconsciencia de la noosfera.
Considerando la Tierra como un sistema
entero, ahora debemos asumir la responsabilidad de los
pensamientos que creamos que cargan al campo mental o capa
pensante de la Tierra con las causas reales de todo lo que nos
aflige a nosotros y al planeta hoy en día. No sólo debemos
asumir la responsabilidad de nuestros propios pensamientos, sino
que debemos darnos cuenta de la relatividad de nuestros
pensamientos y de nuestras suposiciones en relación al
pensamiento y suposiciones de todos los demás − y quizás
reconsiderar todo nuestro programa. Si pudiéramos ver la capa
pensante de toda nuestra especie como una esfera que cubre el
planeta entero la veríamos como un tejido de retazos
defectuosos, dividido política, religiosa e ideológicamente,
moralmente obtuso, saturado por los
efectos de la codicia generadora de ingresos − y cualquier cosa
menos unificada. Es el juego de fuerzas salvajemente
inconsistentes e incoherentes dentro de esta capa pensante, la
noosfera, lo que perpetúa e impulsa la toma de decisiones
políticas, religiosas, nacionalistas y corporativas que
conforman el mundo cotidiano. Hasta que verdaderamente no nos
hagamos conscientes de ello, permanecerá fuera de control y
continuará haciendo estragos en la biosfera.
No es solo la
negligencia de los ecologistas de la noosfera un escollo para la
solución del problema mundial, sino la reticencia de los
científicos, en general, para admitir que el pensamiento humano
y sus actividades subsecuentes en la biosfera podrían tener un
efecto - tal como el calentamiento global. Esto se debe a que la
mayoría de los científicos son reticentes a investigar y
admitir realmente lo que está en sus propias mentes. Si la
industria humana – la disrupción y destrucción biosférica
necesita de la tecnosfera - es la raíz del problema ambiental,
entonces la raíz de la industria humana está en la mente humana.
Los delfines no inventaron el reloj; lo hizo el hombre. Y el
reloj provino de la mente humana. Cuando el hombre inventó el
reloj y lo hizo una parte inextricable de la noosfera, abrió la
caja de Pandora de la mecanización y la política monetaria que
rápidamente le transformó a sí mismo, su mente y su mundo,
haciendo de él el depredador dominante indiscutible del planeta,
saqueando despiadadamente la Tierra lo que la máquina le exigía.
Nos gustaría ver la
portada de una revista con este titular:
Reportaje
especial: Contaminación Noosférica
“PREOCÚPATE.
PREOCÚPATE MUCHO. La contaminación noosférica no es un problema
futuro vago; ya está dañando al planeta a un ritmo alarmante. He
aquí cómo lo creas y perpetúas, y cómo tus hijos y sus hijos
harán lo mismo − a menos que cambiemos nuestra mente ahora”.
La radiación del
hombre es la hominización de la Tierra. Al radiarse
tecnológicamente sobre todo el planeta el homo sapiens ha
llevado inadvertidamente la noosfera a su manifestación, o más
bien, la ha extendido como una zona de penumbra mental
inconsciente que cubre el mundo entero. La noosfera humana ha
tenido en el planeta un impacto que es geológico en naturaleza,
causando una amplia extinción de especies y un cambio climático
sin precedentes, por no mencionar la disminución de recursos
vitales tales como las selvas tropicales, el petróleo, el
plancton, y los arrecifes de coral.
Es el impacto a
nivel mundial del pensamiento humano y su transformación en
tecnología de la máquina lo que ha hecho de la noosfera un
fenómeno planetario, aunque sea inconsciente. Ahora esta
noosfera se halla en el proceso de volverse consciente. A medida
que lentamente más humanos se convencen del hecho de que es en
nuestro pensamiento donde está la raíz de la destrucción del
mundo, la noosfera llega a estar mucho más cerca de hacerse
consciente. Pero primero debe pasar por una fase intermedia: la
ciberesfera. Mientras se externaliza la noosfera hacia una red
electrónica, la ciberesfera es el sistema nervioso virtual del
planeta.
La exteriorización
de la noosfera - la capa pensante planetaria – comenzó primero
con la prensa escrita. Luego a través del telégrafo, teléfono,
radio, televisión, computadora, fax, PC, teléfono celular e
internet, el homo sapiens externalizó la capa pensante en la
ciberesfera, convirtiéndola en la noosfera virtual. Pero la
extensión artificial de la capa pensante todavía permite al
hombre evitar darse cuenta que está tratando solamente con sus
propias manipulaciones mentales, unas ingeniosas proyecciones
que simulan a una hipervelocidad de gigabytes unos mecanismos y
unos procesos aún no reconocidos, de su propia mente. ¿Y qué
pasaría si el hombre volviera su atención a la mente misma como
un medio colectivo autorreflexivo, la noosfera, y dejara de
enaltecerse de sus ingeniosos inventos, girara hacia el interior
para ver la raíz de su inteligencia en sí mismo? ¿Y qué, si al
tratar con la crisis biosférica, el humano reconociera que en
realidad estaba tratando con una emergencia noosférica – una
emergencia en el sentido de algo que necesita una atención
inmediata, pero también en el sentido de algo emergiendo
inminentemente, la noosfera, volviéndose consciente de sí misma?
No es tanto que la
biosfera está en crisis, ya que es la noosfera la que tiene una
crisis nerviosa – una buena señal de que está a punto de crecer.
La Transición
Biosfera-Noosfera: biosfera-tecnosfera-ciberesfera
“Es únicamente
la especie humana en la biosfera la que induce el momento del
clímax biogeoquímico. Sólo el ser humano entra en la zona de
transición de la civilización consciente, la que, por el poder
del pensamiento auto-reflexivo, se convierte en un constructo
cada vez más artificial de formas proyectadas y propagadas por
toda la biosfera”.
Postulado 5.2,
La Dinámica del Tiempo
Aunque el caos
ambiental y político de la actualidad pueda aparecer como un
conjunto inmanejable de fuerzas y eventos desbocados, en
realidad, todo lo que está ocurriendo es la función de un
desarrollo de un programa más amplio en una secuencia mutacional
evolutiva predecible. Esta secuencia es referida como la
transición biosfera-noosfera. Si entendemos que la evolución
de la noosfera desde un estado inconsciente a uno consciente es
una fase cósmica o universal en la más amplia evolución de la
mente y el espíritu produciendo un dato referido como “planetas
con noosfera,” (por usar la frase de Teilhard de Chardin),
entonces podemos mirar en la condición terrestre actual como una
especie de dolor crítico de crecimiento. Estamos tratando con un
estudio de caso en la evolución de un planeta con vida a uno con
noosfera, es decir, la emergencia de un campo mental de una
consciencia genuinamente planetaria.
Para ser precisos,
esta secuencia mutacional es referida como la transición
biosfera-noosfera. Vladimir Vernadsky, uno de los co-originadores
del término noosfera (1.926), y el mayor defensor de la
biosfera, define de manera consistente la noosfera como el
resultado inevitable de la crisis de la biosfera. Esta es una
crisis biogeoquímica provocada por la mecanización humana de la
productividad y el aparato económico desarrollado para facilitar
la industrialización global subsecuente. Para Vernadsky esta
masiva alteración humana de la biosfera era solamente el
mecanismo que augura un gran cambio geológico.
En el artículo de
Vernadsky, “La biosfera y la noosfera”, publicado en la revista
American Scientist (1945), el científico ruso declara que
“… la noosfera es la última de las muchas etapas en la evolución
de la biosfera en la historia geológica…” Él pasa a definir esta
“… la evolución noosférica como un pináculo cualitativo asociado
con el desarrollo mental de la humanidad”. Pero, aquí debemos
preguntar, ¿qué se entiende realmente por desarrollo mental?
A partir de la
definición de la transformación biosférica en una noosfera hay
que concluir que toda la vida tiende hacia la consciencia y
estados mentales cada vez más evolucionados. La tecnología no
puede ser la conclusión a la vida, sino meramente una etapa
intermedia que facilita el surgimiento de una consciencia
planetaria, primero como ciberesfera, y luego, como una
condición cualitativamente alterada, la noosfera real. Esto
significa que la evolución está dirigida hacia el refinamiento
de la sensibilidad mental y la consciencia humana. Al definir la
siguiente era geológica, como la era psicozoica, (la
espiritualización de la materia), Vernadsky puede afirmar, que
el surgimiento de la noosfera es igual a los más grandes eventos
geológicos del pasado. La causa de esto es el impacto, en
particular, del pensamiento científico moderno y sus
aplicaciones tecnológicas.
De acuerdo con
Vernadsky, la biosfera del siglo 20 está siendo transformada en
la noosfera la cual ha sido creada, sobre todo, por el
crecimiento de la ciencia, la comprensión científica y las
actividades sociales de la humanidad basadas en esa comprensión.
Desde el comienzo de la era de la mecanización - el advenimiento
de la frecuencia 12:60 del tiempo mecanicista - el pensamiento
científico ha incrementado acumulativamente su potencial para
influir de manera fundamental, la evolución geológica de la
Tierra. Por lo tanto, la emergencia de la noosfera sólo podría
ocurrir con la aparición concomitante de la “razón científica”.
En 1938, Vernadsky
sugirió, que “la reestructuración de la biosfera por el
pensamiento científico y mediante el trabajo humano organizado
no es un fenómeno accidental dependiente de la voluntad de la
humanidad, sino un proceso natural elemental con profundas
raíces preparadas por un proceso evolutivo con una duración de
miles de millones de años…”. La noosfera es entonces una función
de leyes más elevadas de la evolución en lugar de una selección
al azar y la supervivencia del mejor. Si alcanzar el mayor
desarrollo mental es el propósito de la evolución biológica,
entonces, las normas y prioridades de la vida deben cambiarse en
consecuencia. Así Vernadsky declara que “… la humanidad puede y
debe reconstruir el dominio de su vida por su obra y su
pensamiento, reconstruirlo radicalmente en comparación con el
pasado…”. Una verdadera reconstrucción radical tendría que
empezar con visionar un paradigma que esté más allá del
económico del hombre. En lugar del homo economicus, ¿qué tal,
homo Noosférico? Entonces, estaríamos en un terreno
verdaderamente radical.
Si el proceso de
transformación de la biosfera en la noosfera está de acuerdo con
la ley natural, ¿cuál es la naturaleza de esta transición y qué
sabemos ya sobre ella? ¿No hay, entonces, algunos principios
subyacentes que rigen la secuencia mutacional, la transición
biosfera-noosfera, que podamos determinar y así guiarnos mejor a
través de los años turbulentos que están inmediatamente ante
nosotros.
En la percepción
social neomarxista de Vernadsky, una nueva y transformada etapa
de la sociedad humana surgirá de acuerdo con la noosfera. Por
supuesto, el advenimiento de la noosfera produciría esa nueva
sociedad, pero eso es un efecto. ¿Cuál es la naturaleza de la
causa, la noosfera? Aunque Vernadsky habla de una era psicozoica
venidera (la era de la noosfera), él no define realmente la
noosfera como una estructura mental, salvo para hablar del
triunfo del pensamiento genuinamente racional, es decir, el
pensamiento que es consistente con las leyes que gobiernan la
naturaleza y la evolución de la biosfera.
Sin embargo, hasta
el momento de su muerte prematura en 1945, Vernadsky estuvo se
esforzó en señalar, al menos para sus propios políticos y
estadistas rusos, que el proceso de la transición
biosfera-noosfera era un proceso inevitable, y que ellos debían
prestar atención a ese proceso y planificar en consecuencia. La
implicación era que la noosfera no estaría en conformidad con
los principios actuales del determinismo económico, y por lo
tanto, su aparición requeriría un replanteamiento del orden
político y socioeconómico actual de la civilización humana. La
cuestión es si la humanidad, inmersa cada vez más en un
materialismo sin límites ni precedentes, que hubiera asombrado
incluso al mismo Vernadsky, tiene aún la voluntad o la
capacidad de unificarse y hacer tal cambio por decisión propia.
Este es el verdadero problema, y es algo que el Segundo Congreso
Planetario de los Derechos Biosféricos está “poniendo sobre la
mesa,”, por así decirlo, para la deliberación y el pensamiento
innovador de los participantes.
Mientras tanto, en
1968, mucho después de la muerte de Vernadsky, la UNESCO
patrocinó un importante simposio sobre la biosfera, el único
evento que ha sido organizado oficialmente. Después de eso, en
1972, las Naciones Unidas convocaron la primera Cumbre sobre el
Medio Ambiente en Estocolmo. Si bien, esto provocó cierta
preocupación en el sentido de la conciencia medioambiental, la
decisión real de la humanidad se definió en la conferencia del
Club de Roma, “Los Límites del Crecimiento”, del año siguiente.
Fue entonces, determinado por la élite corporativa el mantener
el modelo estándar del mundo, esto es continuar con el
ritmo actual de crecimiento industrial aunque se percibió que
para el 2020, esta tendencia conduciría a una importante crisis.
Debido a la debilidad moral humana, el modelo estándar mundial
ha sido superado por el triunfo de la política monetaria y su
vástago, la globalización. Como consecuencia de ello, estamos
ahora experimentando esa crisis predicha unos pocos años
“antes”.
Debido a la
aceptación del modelo estándar mundial, no fue sino hasta 1992,
20 años después de la primera conferencia ambiental de la ONU
que la misma ONU (bajo la dirección de Maurice Strong) convocó a
un segundo evento relacionado con el medio ambiente: la Cumbre
de la Tierra de Río. De este evento surgió el concepto de
“desarrollo sostenible”. Esencialmente una modificación del
“modelo estándar mundial”, el desarrollo sostenible promueve el
“reverdecimiento de la sociedad industrial” fomentando la
explotación económica de los países menos desarrollados con
conceptos novedosos tales como el “eco-turismo”, pero sin
comprometer el estándar actual de vida de las naciones ricas. La
Cumbre de Río ocurrió en el momento en que el G-7 (el Grupo de
los Siete países más industrializados) estaba apenas
consolidando su poder como la élite controladora del poder - el
nuevo orden mundial – que rige los asuntos de la sociedad
globalizada. Esto marcó el comienzo de la era del triunfo de la
política monetaria.
Tras la Cumbre de
1972, llegó el GATT, la OMC, y las cumbres anuales del G-7.
Nunca antes en la historia habían emergido los ricos de manera
tan victoriosa a una escala global. El determinismo evolutivo
del capitalismo se convirtió en el dogma aceptado de un nuevo
tipo de imperialismo: la política monetaria. Hay que entender la
profunda contradicción que existe entre la política monetaria y
el desarrollo sostenible. La política monetaria sólo puede ser a
expensas de la biosfera, al tiempo que aumenta la división entre
los ricos y los pobres, los que tienen y los que no tienen.
Como se dijo en el
Primer Congreso Planetario de los Derechos Biosféricos en 1996,
lo que es bueno para los negocios es malo para la biosfera. Esto
se debe a que lo que las empresas apoyan es el mega-complejo de
la sociedad industrial, la tecnosfera artificial. Esta
tecnosfera está definida y mantenida por un consumismo cada vez
más devorador que depende de la transformación de los recursos
naturales y materias primas en bienes industriales, una
industria global de transporte, complejos urbanos, sistemas de
energía masivamente contaminantes y una vasta red de
comunicación electrónica.
La tecnosfera como
un envoltorio artificial no es sino el sistema intermediario
entre la biosfera y la emergencia de la noosfera. Sin embargo,
sólo en Rusia, en la década de los 90, se hizo el vínculo entre
las políticas económicas actuales y la noosfera emergente.
Un decreto
presidencial ruso de 1996 relativo a la transición hacia el
desarrollo sostenible reflejaba cierta necesidad de incorporar
la preocupación de Vernadsky en la política nacional. En esta
declaración de la política de desarrollo sostenible de 1996, la
noosfera se definió como la “esfera de la razón”, la etapa que
emerge de la biosfera. De acuerdo con esta declaración oficial,
la emergencia noosférica describe una condición inminente del
humano en la Tierra, “… cuando los valores espirituales y la
comprensión de la humanidad existiendo en armonía con el medio
ambiente, se convertirán en el criterio principal de la riqueza
nacional e individual”. Este cambio en los valores sociales está
definido como un cambio cualitativo en la naturaleza de la
sociedad (rusa), de una basada en los “valores económicos y
materiales” a una sociedad, “fundada en los valores ecológicos,
espirituales y morales”. Algunos de los principios de la
Asamblea Mundial Noosférica (NSEWA), que se desarrolló en Moscú
en el 2000, están derivados de este enunciado de política, o se
generaron a partir de él. (Ministerio de Desarrollo Económico y
Comercio, 2002).
Otros dos
acontecimientos más recientes marcan algún tipo de despertar de
la consciencia global: el “Protocolo de Kyoto” de 1997, que
establece las normas para la disminución de las emisiones de
efecto invernadero para que el 2012 se reduzca a los niveles de
1990; y la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de la
ONU, en Johannesburgo en el 2002, que marcó el décimo
aniversario de la Cumbre de Río de 1992. Es notable que estos
dos últimos eventos se realizaran en sitios al sur del ecuador.
Sin embargo, entre el “triunfo” sin cesar de la política
monetaria - cuyas políticas han sido formalizadas como la
globalización de la economía del libre mercado - y la “Guerra
contra el Terrorismo,” que surgió en 2001, la situación real del
mundo, social y ambientalmente, sólo ha intensificado la
transición biosfera-noosfera. El reloj está a punto de dar el
toque de la medianoche evolutiva, en el 21 de Diciembre de 2012,
la tan publicitada fecha final del “Gran Ciclo” del calendario
Maya. Parece que algo más debe hacerse antes de esa fecha,
aunque sólo sea para demostrar una cierta voluntad moral y una
determinación colectiva para vislumbrar una solución más elevada
y más amplia para el ahora devastador problema de la
contaminación noosférica.
Al describir y
definir los eventos y la naturaleza de la transición
biosfera-noosfera, incluyendo el desarrollo y la emergencia de
la tecnosfera desde el final de la Segunda Guerra Mundial, hay
otro factor no considerado por Vernadsky que debe tenerse en
cuenta, y es la emergencia de la ciberesfera. Aunque incluye la
industria electrónica de comunicaciones de teléfonos móviles y
computadoras en general, Internet es la forma final de definir
la ciberesfera. Aunque prevista desde la era del Sputnik en
1957, (algo llamado ARPANET fue creado por el Departamento de
Defensa de EEUU en 1969), fue el desarrollo de la World Wide Web
a finales de los 1990, el que trajo Internet a su manifestación,
tal como la conocemos ahora, y lanzada oficialmente a la
ciberesfera.
A medida que la
consolidación de la actividad mental y la comunicación humana en
un único campo planetario, impulsado por la tecnología, la
ciberesfera es la etapa artificial final antes de la emergencia
de la noosfera como la estructura gobernante real de la
siguiente etapa de la evolución. Pero como es ahora la
ciberesfera e Internet en particular, es la principal fuente de
la contaminación noosférica. Como la explosión cacofónica final
de la Torre de Babel, Internet hace disponible todo desde las
enseñanzas más esotéricas a las formas más flagrantes de la
pornografía, la democratización definitiva de los valores y el
mercado global. El resultado es la pérdida final del sentido por
completo, aunque sólo sea, porque todo el mundo está hablando al
mismo tiempo y nadie puede decir cuál es el tema de
conversación.
La ciberesfera
actual es esencialmente lo que Marshall McLuhan visionó en los
años 1960, como “la aldea global”. Como escribió McLuhan en la
introducción a su texto más famoso, Entendiendo los medios
(1964), “Hoy en día, después de más de un siglo de tecnología
eléctrica, hemos extendido nuestro sistema nervioso electrónico,
hasta ser un abrazo global, aboliendo, tanto el espacio, como el
tiempo, en lo que concierne a nuestro planeta. Rápidamente nos
acercamos a la fase final de las extensiones del hombre: la
simulación tecnológica de la consciencia…”. Adelantada unos
treinta años a su tiempo, la aldea global de McLuhan es,
igualmente, una definición de la ciberesfera, “la simulación
tecnológica de la consciencia”.
Incluso antes de
McLuhan, Pierre Teilhard de Chardin, quien junto con Vernadsky y
Jules LeRoy, acuñaron el término, noosfera, también percibió que
la siguiente etapa evolutiva estaría intermediada por una red
electrónica global de comunicación. En el proceso de alcanzar el
estado transmaterial y místico de la noosfera, Teilhard de
Chardin previó claramente la fase de la ciberesfera y la aldea
global como la gestación del cuerpo místico de Cristo, la
culminación o Punto Omega de la evolución humana. En su visión,
Teilhard vió el planeta entero “salpicado de puntos luminosos,
cada una de esas estrellas que corresponden a algún laboratorio
o a algún aparato alrededor de los cuales, el humano a través de
su carga de energía y su unión, estaba siendo transformado, aquí
y ahora, en algún ‘isótopo’ neo-humano hasta que la cara hasta
ahora oscura del planeta empezaba a brillar con la
ultra-humanidad … agitándose en movimiento: no con el movimiento
monótono de un firmamento, sino con el movimiento creativo de
una galaxia involutiva”. (Teilhard de Chardin, La Activación
de la
Energía,
pp. 352-53)
Internet desempeña
esta función, la creación de una aldea global, donde alrededor
de algún aparato – el computador o el teléfono celular - el
humano está transformándose en un neo-humano (la Etnosfera) o
más apropiadamente, el homo Noosférico. La ciberesfera
producida por Internet, el teléfono celular y el fax, es una
noosfera esquelética, una auto-organización rebanada
salvajemente al azar de la consciencia humana, hablándose a sí
misma en una diversidad anárquica de voces. Pero para que la
evolución ocurra en la consciencia en una escala igual a la
extensión del planeta se requiere de mucha más intencionalidad
que la actitud de permisividad a ultranza del giga-complejo de
Internet. Ya se ha logrado una cierta unificación psicotécnica
que suprime todas las fronteras nacionales pero, todavía debe
alcanzarse un estado mental superior. Después de todo, Internet
es sólo una herramienta y mientras despliega una noosfera ideada
al azar en la acumulación de prácticamente todo el conocimiento
que alguna vez fue, sin realmente, por sí mismo, definir el
futuro, la noosfera.
Necesariamente,
como condición evolucionada de la consciencia de la totalidad de
la vida misma (y no solamente la regurgitación del conocimiento
enciclopédico histórico del humano), la noosfera está por encima
y más allá de cualquier herramienta. La noosfera es
verdaderamente de la mente, la capa mental o de inteligencia
invisible del planeta como un cuerpo celeste entero. Como tal,
la noosfera es completamente de la mente y de una dimensión de
la mente que apenas hemos sido capaces de pensar o captar.
En otro lugar,
Teilhard de Chardin planteó otra imagen provocadora, al definir
la noosfera, como “un único gran ciclotrón cuyo efecto
específico era producir en vez de y en lugar de la energía
nuclear, energía psíquica en un estado continuado más reflexivo…
para producir el ultra-humano {homo Noosférico}”. (T. de
Chardin, Activación de la Energía, p. 349)
Esta
conceptualización postula la noosfera como una estructura real,
o como una expresión energética que requiere una estructura – el
ciclotrón psíquico, por así decirlo - para producir “energía
psíquica en un estado continuado más reflexivo”. Mientras que la
noosfera de Vernadsky es neo-marxista, la de Teilhard de Chardin
es neo-cristiana, y decididamente psico-espiritual en esencia.
La liberación de la energía psíquica, el plasma de la noosfera,
podríamos decir, es para acercar la “cristianización” de la
humanidad. En otra parte (La Energía Humana, p. 51,
1.969); el paleontólogo jesuita escribe:
“El Mundo daría un
gran salto hacia Dios si todos los enfermos unidos convirtieran
sus penas en un deseo común, que el Reino de Dios llegue a buen
término a través de la conquista y organización de la Tierra”.
Es decir, la conquista de las estructuras humanas aberrantes que
son la causa de la enfermedad y la consecuente reorganización
de la Tierra, de acuerdo a los principios supermentales.
Aquí, debemos hacer
una pausa para considerar que la noosfera es un tipo de
organismo o estructura pero de una naturaleza puramente
cuatridimensional (mental) que ha escapado a nuestra propia
comprensión debido a que nuestra nube noosférica inferior ha
estado completamente inmersa en la intolerante
unidimensionalidad de los paradigmas de la física
tridimensional. La contaminación noosférica no es nada más que
la algarabía multiplicada de las formas de pensamiento - El
Jabberwocky (Lenguaje sin sentido) − hacinadas en esta ilusión
dimensional inferior en la que la física es la única realidad.
Esta ilusión es la que tiene atrapada a la mente de la humanidad
hasta hoy en día, la causa de todos sus males y aflicciones.
Asumiendo que éste sea el caso, entonces la emergencia
noosférica augurada por el clímax de la crisis biosférica en el
2012, es más que un cambio cualitativo en la sociedad humana; es
más bien un cambio dimensional de consciencia para el que la
mayoría de nosotros estamos poco preparados para comprender o
incluso considerar: un verdadero Punto Omega.
Más aun, si la
biosfera está regulada por ciertas leyes que son consistentes
con los procesos biogeoquímicos intrínsecos a las estructuras de
la materia viva y su soporte, ¿no debería haber también leyes
que rigen el funcionamiento de la noosfera? Si la materia viva
está definida como la totalidad de todos los organismos vivos
presentes en la Tierra en un momento dado ¿Qué pasa con la
consciencia viva? ¿Y si la consciencia es en realidad una
estructura cósmica inherente a las condiciones evolutivas de la
vida que alcanzan una escala planetaria de interactividad? Esta
estructura noosférica ya está realmente en su lugar, de forma
invisible, y ha estado moderando los ciclos evolutivos y
geológicos desde la emergencia o aparición de la vida en este
planeta. Ha estado esperando la maduración de la consciencia
humana para que esté apropiadamente en forma para la siguiente
línea evolutiva, el superhumano, el homo noosférico, ahora en
espera en los camerinos del escenario mundial listo para hacer
su debut.
La capa pensante
humana que funciona a lo largo de toda esta cubierta noosférica
como una masa caótica de contradicciones no examinadas,
traducidas ahora en el “ruido” electrónico del ciberespacio,
obedece sólo a las leyes del determinismo histórico. Pero la
noosfera no es en realidad, una función del determinismo
histórico. Es la potencialidad de un tipo de mentación -
procesos de pensamiento de una vibración superior - que se hace
evidente una vez que los procesos de pensamiento inferior del
determinismo histórico han sido agotados; entonces habrá un fin
para la contaminación noosférica. Más allá de ese momento
cumbre, la noosfera, latente con sus propias leyes, se
manifestará de una forma inconcebible hoy. La humanidad, como
uno, funcionará como un único organismo unitario coordinado por
la telepatía, hasta ahora sólo virtual e inherente, cubierta por
estructuras mentales mecanicistas y tecnológicamente
artificiales y procesos emocionales condicionados
históricamente, incrustados profundamente.
Pensando acerca
de la Noosfera - La Solución Noosférica.
La era de las
Naciones ha pasado,
Ahora, si no
queremos perecer,
Debemos sacudir
nuestros viejos prejuicios
Y construir la
Tierra.
Teilhard de
Chardin, La Energía Humana, 1969, p. 37
El Segundo Congreso
Planetario de los Derechos Biosféricos representa, en realidad,
el punto crítico en la transición biosfera-noosfera, cuando se
entiende claramente que la solución real a la crisis biosférica
es el surgimiento de la noosfera; por tanto, la emergencia
noosférica.
La noosfera es
realmente el advenimiento de un cambio cualitativo/dimensional
en nuestro conformar evolutivo, el paso de una civilización
técnica a la consciencia psicotécnica, la transición del
hardware y software electrónicos a la telepatía y la cultivación
de las tecnologías telepáticas. Este es el significado real de
la noosfera. En este sentido la noosfera es la estructura de la
futura consciencia evolutiva del planeta, o sea, la consciencia
de toda la vida, pero esto sólo cuando la humanidad asuma su
responsabilidad del rol que juega, en relación a toda la vida de
la cual es el agente que refleja la inteligencia cósmica.
Mientras la crisis
biosférica demanda que actuemos en un nivel tridimensional para
que esas acciones sean finalmente efectivas debe ser informada
desde el nivel superior más sintetizador de la consciencia. Por
eso, es imprescindible que estudiemos y entendamos el
significado de la noosfera, el término clave en el paso
evolutivo conocido como la transición biosfera-noosfera.
Actualmente no hay
una definición acordada de la noosfera, que esté por encima y
más allá del nivel más genérico -esfera mental planetaria, que
emerge de la biosfera. Esto es porque no hay aún ningún campo de
estudio coherente, noosférico, la investigación científica de la
naturaleza y estructura de la noosfera. Ciertamente, igual que
hay una ciencia de la biosfera, hay una ciencia de la noosfera,
y todo el tiempo que perdemos actualmente en crear bombas y
cohetes inteligentes debemos, en el futuro más inmediato,
transformarlo en una investigación científica de las leyes y
principios que gobiernan la noosfera.
En la actualidad,
podemos extrapolar que la noosfera representa la suma de todo el
pensamiento humano agregado como una estructura o esfera
planetaria, junto con la capacidad cognitiva contenida dentro de
sus propios procesos intrínsecos. Así como la mente tiene sus
leyes de lógica y razón, y un lenguaje y una gramática, así
también la noosfera tiene su lógica y guía determinante y
gramática también, que tiene mucho que ver con las funciones y
leyes matemáticas intrínsecas que regulan la multiplicación y
propagación de la vida, así como con los principios de
resonancia morfogenética hasta ahora desconocidos. De hecho,
podemos llegar a entender la necesidad de la noosfera como el
mecanismo regulador o guía subyacente inconsciente del proceso
evolutivo biosférico. Esta es la función real de lo que se
describe como el banco psi {La Tierra en Ascenso (1984),
El Factor Maya (1987), El Tiempo y la Tecnosfera
(2002)}. Lo que estamos presenciando en el escenario del mundo
actual es la noosfera volviéndose manifiesta o haciéndose
consciente.
Si la noosfera es
la etapa de la evolución que reemplaza a la biosfera, entonces
debe concebirse como una etapa o secuencia mutacional
radicalmente aparte de todas nuestras conceptualizaciones
actuales, cargadas como están por el desarrollo milenario del
materialismo histórico que ha creado la etapa presente de la
civilización -la globalización. Desde una perspectiva planetaria
de sistema entero, esta globalización es en realidad, un
equilibrio inestable en un proceso de emerger hacia una
coherencia planeto-cósmica, la noosfera.
Vista de esta
manera, la transición biosfera-noosfera es en realidad la crisis
de corrientes civilizacionales inconscientemente convergentes
que producen una capa tecnosférica que altera el planeta,
unificada por una etapa intermedia conocida como la ciberesfera.
En este momento todo el dinamismo caótico no ha sido resuelto
aún en la noosfera. Es en este punto en el que debemos estar
dispuestos a aceptar un punto de vista elevado con el fin de
colocarnos en alineación con una comprensión de la noosfera
desde su propia perspectiva. Sólo entonces comenzaremos a ver la
posibilidad y hasta la necesidad de evolucionar una ciencia
noosférica para complementar una ciencia de la biosfera que
restauraría una sensibilidad moralmente normativa entre la
especie humana. O, tal vez mediante dicha ciencia, podríamos
incluso visualizar nuestra mutación hacia una especie
completamente nueva, el homo noosférico.
Hasta una completa
revisión de las soluciones a nuestra crisis actual, debemos
anticipar nuestro pensamiento al nivel de la consciencia
cósmica. Desde esta perspectiva, que es genuinamente
extraterrestre - fuera o de más allá de la Tierra - la noosfera
es la principal característica de una civilización cósmica de
Tipo I. Es decir, el advenimiento de la noosfera es lo que
caracteriza la primera o etapa planetocósmica de la civilización
cósmica. Aquí debemos entender que la Civilización Cósmica es
una unidad, distribuida y dispersada uniformemente a lo largo
del cosmos. Cuando una civilización de seres inteligentes
alcanza la mayor condición mental de la noosfera, significa que
ha permitido a sí misma mutar sus funciones cognitivas
colectivas hacia una capa mental planetaria psicotécnica
omniunificante. Este es el fundamento noosférico de una
civilización cósmica de Tipo I, o de primera etapa. Tales
civilizaciones de primera etapa son siempre planetarias en
esencia, es decir que el organismo inteligente se ha realizado a
sí mismo como un organismo planetario unificado, habiendo
superado finalmente su sentido de separación o divisiones
territoriales y tribales (nacionalista).
Viendo la crisis
noosférica bajo esta luz, podemos ser capaces de resolverla.
Esta crisis es una transición natural de una consciencia
materialista puramente tridimensional de competición de
ideologías y nacionalismos – pero pobremente equipada para
considerar una perspectiva planetaria de sistemas enteros – para
la emergencia en la noosfera, un campo del tiempo
cuatridimensional, que incorpora las funciones tridimensionales
en un orden superior. Conocido como el orden sincrónico, esta
nueva estructura organizacional cósmica tiene como su propósito
el establecimiento de un circuito telepático para avanzar en las
funciones psíquicas colectivas más allá de la ciberesfera. Sí,
la noosfera es la capa pensante del planeta. No es algún
fenómeno vago y amorfo, sino una estructura evolutiva
cósmicamente normativa con su propia “gramática”, lógica y modos
de expresión. Es la validez de un modo de consciencia y ser
galáctico, una etapa inevitable en la evolución de la vida
biológica en un organismo mental meta-biológico - el orden
cosmo-planetario del ser galáctico.
Aunque pueda
parecer que nos hemos desviado de cuestiones tales como el
calentamiento global, el Protocolo de Kyoto, los efectos
sociales y psicológicos de la Guerra contra el Terrorismo, el
desarrollo sostenible, la gran extinción de especies, etc., el
punto es, que no podemos resolver ninguno de estos temas sin
invocar un estado superior de consciencia. Y puede ser que al
invocar este estado superior debamos reconocer que no estamos
solos, que nuestra civilización global no es la única
civilización cósmica de etapa I en el universo entero. Y que en
reconocimiento de esto, podemos elevar nuestra consciencia a una
mayor probabilidad de volvernos genuinamente planetarios.
Claramente sólo una consciencia y una sensibilidad moral más
elevadas es lo que realmente va a ayudarnos.
Hace algunos años
(1971), se celebró la Conferencia CETI (Comunicación con
Inteligencia Extraterrestre) en Yerevan, URSS, por un grupo
crítico de científicos soviéticos y norteamericanos en su
mayoría, encabezados por Ioseph Shklovski y Carl Sagan, pero
incluyendo también al descubridor del ADN, Francis Crick. En
aquel momento estos científicos especularon sobre que existían
numerosas civilizaciones superiores en el cosmos. También creían
que esta civilización superior (o cualquier civilización
superior para el caso) sólo podría ser definida como tecnológica
en escala y naturaleza. Su premisa subyacente era que toda vida
biológica tiende a incrementar en inteligencia y al hacerlo así,
siempre evoluciona hacia civilizaciones tecnológicas que buscan
contacto con otras civilizaciones tecnológicas por todo el
universo. Tal fue la asunción del proyecto CETI. En ninguna
parte de sus memorias hay mención de la telepatía o de cualquier
otro medio paranormal de comunicación. No obstante, en su
síntesis interdisciplinaria, debe acreditarse al proyecto CETI
el mérito de haber hecho un avance en la dirección de la
civilización y la consciencia cósmica.
El proyecto CETI
evolucionó de forma paralela al proyecto SETI (Búsqueda de
Inteligencia Extraterrestre). Esta búsqueda fue realizada por
los receptores y transmisores del observatorio radioastronómico
(VLA, o Very Large Array: Observatorio Radioastronómico)
de radio-transmisores y receptores, siendo la idea de que las
formas más probables con la que las civilizaciones más avanzadas
pudieran tratar de contactarnos, sería mediante transmisiones de
radio codificadas con algún tipo de orden o patrón que otras
especies inteligentes en el universo pudieran ser capaces de
recoger y decodificar. Se creía también, por parte de este grupo
de científicos, que sólo una muy desarrollada tecnología de
máquinas podría resolver nuestros problemas. Pero con el
inminente advenimiento de la noosfera debemos reconsiderar, si
toda civilización superior en el universo debe o no ser de
naturaleza tecnológica.
La misma noción de
la noosfera como una esfera mental indica una dirección de la
evolución desde lo físico a lo no físico desde lo material a lo
mental. Para resolver nuestros problemas, necesitamos elevar
nuestra inteligencia, no desarrollar más tecnología. Y si no
podemos elevar nuestra propia inteligencia debemos considerar si
hay o no alguna inteligencia en otras partes del universo que
pudieran no ser capaces de responder a nuestra crisis y
proporcionarnos alguna ayuda. No necesariamente una ayuda
material sino una asistencia en la forma de un shock o estímulo
mental espiritual que altere radicalmente nuestras percepciones
y nos haga encontrar soluciones donde antes no existían.
Solamente un humano
recién evolucionado o mutado podría llevar a cabo la escala y
naturaleza de la transformación que se nos requiere con el fin
de superar los retos que nos aguardan. Hay una visión superior y
un contexto más elevado disponible para nosotros y es a eso a lo
que nos referimos como consciencia cósmica. Puede ser que la
consciencia cósmica sea solo la consecuencia de la erosión de la
transición biosfera-noosfera, pero a menos que la consideremos
ahora podemos perder completamente la oportunidad. Necesitamos
órganos de autogobierno y autorregulación que no estén basados
en suposiciones previas de nacionalismo y territorialidad, sino
que incorporen plenamente los principios de la biosfera y la
noosfera evolutiva en las estructuras correspondientes de toma
de decisiones que reflejan una comprensión de la Tierra como un
sistema entero. Debe hacerse un nuevo comienzo en algún lugar y
de algún modo. Que comience aquí.
Por esta razón el
Segundo Congreso Planetario de los Derechos Biosféricos aboga
por el establecimiento de dos órganos de gobierno: un Congreso
Planetario Biosférico para establecer las reglas del
intercambio, comercio y economía acordes con los principios de
la biosfera (biorregionalismo y principios ecológicos de
energía) y una Asamblea Mundial Noosférica, un cuerpo de
gobierno o deliberación, basado en el supuesto de que la
consciencia cósmica es inevitable, y que por consiguiente hay
que empezar ahora a preparar las formas para hacer avanzar a la
humanidad hacia esta etapa de evolución, la noosfera.
Para abrir más aún
la lente e impulsar nuestro pensamiento hacia escenarios más
allá de nuestro alcance actual con el fin de que podamos ser
inspirados para trascender nuestras propias limitaciones
impuestas y percepción actuales visionemos que la crisis que
estamos experimentando actualmente es meramente para
evolucionarnos completamente en una primera etapa de la
civilización cósmica. Más allá de esta incipiente etapa
noosférica y psicozoica de la civilización planeto-cósmica hay
otras tres etapas más haciéndonos señas en nuestro ascenso
evolutivo hacia la inteligencia suprema. De por sí, lo
planeto-cósmico representa una nueva etapa en nuestro
pensamiento y auto-percepción.
Con el fin de
impartirnos un entendimiento respecto a la etapa evolutiva en la
que nos encontramos, esta perspectiva planetocósmica alinea los
cuatro cuerpos y niveles que definen el orden galáctico con los
cuatro diferentes niveles o etapas en la evolución de la
civilización cósmica. De esta manera se crea un puente
analógico, permitiendo que nuestro límite mental actual sea
elevado por grados. En consecuencia definimos:
Los cuatro tipos
o etapas de la civilización cósmica
I. Planetocósmica -
Unificación psicotécnica - la noosfera. Época de grandes cambios
de la Tierra y reajuste de la comunidad humana a las nuevas
condiciones ambientales. La red ciberesférica transita hacia
estructuras telepáticas. Incipiente consciencia galáctica y
semilla de la cultura galáctica. Transformación del materialismo
histórico en una ideología no materialista de la consciencia
cósmica. Auto-percepción humana como un organismo planetario
entero, el homo noosférico.
II. Heliocósmica
(Estelar) - “Nueva Era Solar”, emergencia del homo Noosférico
como un ser biosolar telepático. La consciencia galáctica
estabilizada, tecnología psico-solar, regeneración psicozoica de
la biosfera terrestre; comunicación galáctica de doble vía
extendida; el Sol plenamente realizado para ser un sistema
estelar en evolución, la heliosfera o heliocosmos. La
civilización terrestre totalmente alimentada por energía
solar-plásmica.
III. Galactocósmica
- Supermente Omnigaláctica - Federación Galáctica.
Aprovechamiento de la energía galáctica para la transformación
de la realidad material. Capacidad para la supervisión de
subsistemas en desarrollo, tales como el nuestro. Orden
puramente trascendente del ser sin ser dependiente únicamente de
los medios materiales. Maestría de viajar en el Tiempoespacio.
IV. Omnicósmica -
Consciencia telepática universal metagaláctica trascendente.
Capacidad para la ingeniería de diseño planetario y biológico de
acuerdo a los principios de avance evolutivo superior.
Operaciones puramente de quinta o dimensiones superiores con
maestría y control sobre los órdenes dimensionales inferiores
del ser.
Al considerar este
orden ascendente de las etapas de la civilización cósmica,
además debemos añadir que es una etapa importante en nuestra
propia evolución mental-espiritual para visualizar una realidad
futura alternativa, que no esté basada en proyecciones de la
etapa actual de la civilización tecnológica. Dicha previsión es
también un paso crítico en la eliminación de la contaminación
noosférica. Una vez que vemos a través de las corrientes
azarosas de la noosfera inconsciente encontraremos un orden
superior de realidad que nos espera invocándonos a la siguiente
etapa de la evolución de nuestra inteligencia terrestre.
Siete Pasos Hacia
la Noosfera - Emergencia del Homo Noosférico Punto Omega 2012
Planetas con
Noosfera.
Los planetas llegan a esta distinción a través de una etapa
evolutiva final crítica, denominada como transición
biosfera-noosfera. Tal transición siempre está precedida por
lo que parece ser una crisis casi insuperable. El paso exitoso
de tal transición depende de la evaluación comprehensiva de
sistema entero de los factores claves que contribuyen a la
crisis y después de aplicar la solución de ingeniería de diseño
del sistema entero correcto.
Ingeniería
planetaria
se refiere a la habilidad sutil y elaboración de soluciones
adecuadas a la percepción del planeta como una unidad
cosmoeléctrica de transducción que opera dentro de un sistema
estelar (solar) que es el agente gestor real de los asuntos del
planeta.
“Proyecto de
Ingeniería Planetaria Noosfera II”− Instituto de Investigación
Galáctica
Cuando comprendemos
que justo ahora estamos entrando en la primera etapa de la
civilización cósmica tenemos un contexto tanto para comprender
nuestra situación y como una razón para elevarnos a un nivel
superior en nuestro compromiso para resolver los problemas a los
que nos enfrentamos, comenzando con la eliminación de la
contaminación noosférica. El acto mismo de elevarnos a este
nivel superior es la noosfera promulgándose a sí misma a través
de nosotros. Una vez que hayamos previsto tomar esas medidas
para reorientar el propósito y la dirección de la vida en la
Tierra, las etapas más altas de la civilización cósmica pudieran
estar dispuestas a interactuar, con nosotros aunque no
necesariamente en formas que ahora podamos imaginar.
Hay unos pasos
prácticos que podemos dar en esta promulgación o encarnación de
la noosfera los cuales constituyen una determinación sin
precedentes de la voluntad humana actuando de acuerdo a la
intencionalidad más alta, o divina. Estos pasos
constituyen una unidad intrincadamente integrada y no pueden ser
concebidos como separados entre sí. Son medidas concretas de
acción que necesitamos tomar como un cuerpo unificado en
consecuencia de haber participar en el Segundo Congreso
Planetario de los Derechos Biosféricos. Estos pasos están
organizados teniendo en cuenta los problemas esenciales y los
factores causales presentes que definen la crisis biosférica. De
esa manera van directamente al objetivo.
Se reconoce que
para el punto de vista de muchos, los pasos aquí visionados
pueden parecer descabellados, ingenuos, o poco realistas; pero
en lugar de negarse a esa posibilidad o de debatir infinitamente
sobre cómo de realistas o irrealistas pueden ser tales pasos, es
mejor ejercitar la imaginación y comenzar a determinar lo que
podría ocurrir, dónde empezar, y con quién empezar. Soñar lo
imposible e intentar actuar sobre ello es mucho mejor que no
intentarlo en absoluto. En ese sentido estos siete pasos son
simplemente criterios para hacernos pensar en nuevas formas.
Después de todo, dado el estado actual de las cosas en el
escenario mundial, ¿qué tenemos que perder?
Siete Pasos
Hacia la Noosfera
1. Desarme y
cese del fuego universal. El principio original del Plan de
Paz del Cambio al Calendario de 13 Lunas establece que con el
propósito de observar la adopción de un nuevo estándar de tiempo
global y armónico - el calendario de 13 Lunas de 28 días - el
cambio de calendario es la oportunidad perfecta para llamar a un
cese del fuego y desarme universal. Todos los calendarios
lunares existentes serán respetados y sincronizados por esta
reforma. Es únicamente el calendario civil actual el que está
siendo reemplazado. Aprobar esta reforma tan esperada es ahora
una necesidad planetaria para establecer un fundamento y una
alianza común y completamente nueva en el tiempo, libre de todos
los condicionamientos previos para la especie emergente - el
homo noosférico. Cambiar el calendario es un acto de voluntad
colectiva que demostraría nuestra determinación a entrar a un
nuevo tiempo de paz. Para que sea efectivo debe ser convocado un
cese al fuego de una duración mínima de un año. Después de vivir
un año con el alto al fuego aunque solo con un éxito limitado,
la gente no querrá renunciar a la paz que ya ha experimentado.
La bandera de la
Paz y los principios de paz a través de la cultura juegan un
papel determinante en este proceso. Como un símbolo
universalmente reconocido y reconocible, ondeando o exhibiendo
la bandera de la Paz, indicaría una zona desmilitarizada en el
proceso de restauración cultural, así como la protección de
cualquier sitio biosférico o monumento cultural. Al mismo
tiempo, durante el alto al fuego, mediadores cualificados de
cualquier tipo portando brazaletes de la bandera de la paz,
podrían comenzar las negociaciones con todas las partes
involucradas en cualquier tipo de conflicto militar o
paramilitar, de modo que pueda comenzar una retirada general de
las partes en conflicto. Aquí, debemos considerar que debe haber
un principio de indulto y perdón universal donde todo el mundo
pueda realizar un nuevo comienzo.
Todas las partes
con control de armas nucleares o con capacidad armamentista
serán reunidas en un sitio neutral para comenzar discusiones
acerca de cómo empezar la eliminación de tales armas. Las
agencias de paz y de desarme existentes dentro de las Naciones
Unidas y otras organizaciones gubernamentales y no
gubernamentales serán convocadas para participar en este
proceso. El control de las así llamadas armas convencionales,
sería luego el siguiente paso. Para imaginar un mundo sin
guerras, imagina un mundo sin armas. Si todo el mundo depone sus
armas al mismo tiempo, entonces todo el mundo puede al mismo
tiempo caminar en paz.
2.
Desnacionalización
de la Tierra.
La creación de naciones arbitrarias con fronteras ficticias y
discutibles es una negligencia total de la unidad integral e
intrínseca de la biosfera y el biorregionalismo en general, y es
en realidad un gran obstáculo para el logro de la unidad humana.
Lograr la disolución de las fronteras nacionales y supervisar
los métodos para llegar a un nuevo y desnacionalizado
biorregionalismo es uno de los propósitos principales del recién
formado Congreso Planetario Biosférico. Al mismo tiempo que se
toma en consideración la desnacionalización de la biosfera,
deberá emprenderse el estudio y la enumeración de las
biorregiones naturales intrínsecas a la Tierra, junto con la
formulación de principios equitativos que gobiernen estas
regiones. Estos principios deberán incluir los acuerdos
económicos y de intercambio que deberán establecerse con toda la
premura debida.
Una vez que el
cuerpo deliberante del Congreso Biosférico haya alcanzado un
grado suficiente de claridad con respecto a los principios y
procedimientos involucrados en el proceso de desnacionalización,
los representantes de las más de 180 naciones que conforman
actualmente la Asamblea General de las Naciones Unidas, serán
llamados a la sesión del Congreso Biosférico. De esta manera los
delegados de los estados nacionales existentes podrían encontrar
las formas para comenzar a cooperar, unos con otros, para
considerar cómo podría empezar a operar un nuevo cuerpo de
gobierno humano que opere con respeto a las leyes de la biosfera
en el establecimiento de un planeta libre de fronteras, y por lo
tanto sin necesidad de ejércitos para protegerlas.
Para llegar a esta
etapa, somos conscientes de que debemos superar nuestra fobia
actual al terrorismo y todos los temas de “seguridad”
relacionados con este fenómeno. Pero si no hubiera ninguna
nación estado no habría terrorismo. Si no hubiera una élite G-8,
una OMC, y la Unión Europea controlando la riqueza del mundo no
sería necesario el terrorismo. Debemos estar dispuestos a
desvincularnos de las ideologías que forman parte del
nacionalismo que está arraigado en nuestro sistema del orden
mundial actual, ahora en colapso. Debemos ser capaces de
afrontar el hecho de que el estado de la nación no fue, sino un
breve y pasajero paso en nuestra evolución hasta convertirnos en
un verdadero organismo planetario. Sopla el viento y los árboles
crecen libres sin distinción nacional. Que la humanidad en su
gran paso hacia el mañana sea una criatura liberada de las
restricciones de las fronteras artificiales que sólo promueven
temores y sospechas.
3.
Desincorporación de medios y recursos - Operación Rescate de la
Tierra y el rol de la Asamblea Noosférica. Actualmente todos
los bienes y servicios del mundo están intermediados por
gigantescos carteles, bancos y monopolios de energía que anulan
al usuario y acumulan grandes beneficios para la pequeña elite
que los controla. Estas estructuras y procesos deben
descentralizarse y ponerse en manos de compañías locales
organizadas biorregionalmente. A su vez las grandes
corporaciones y cárteles son las responsables del mantenimiento
de la tecnosfera y del agotamiento de los recursos de la Tierra.
Aunque no puede establecerse completamente su responsabilidad
por el calentamiento global y los desastres naturales, las
corporaciones multinacionales y los cárteles deben compartir la
carga del costo de la Operación de Rescate de la Tierra. ¿Cuál
podría ser el incentivo para reunir a la élite corporativa para
que ponga su riqueza y medios para la restauración del planeta
al descentralizarse ellos mismos? La catástrofe global.
Cada vez se le está
danto más atención a la probabilidad de catástrofes mundiales
cada vez mayores. Estas catástrofes son las que hacen de la
Operación de Rescate de la Tierra una etapa necesaria en la
noosfera emergente. Libros como el de Lee Clarke, El Peor de
los Casos: Terror y Catástrofe en la Imaginación Popular
(2003), y el de Richard Posner, Catástrofe: Riesgo y
Respuesta (2004), comienzan a anticipar una gran cantidad de
posibilidades desde asteroides impactando la Tierra hasta un
cambio climático más rápido de lo esperado. Nótese que estos dos
libros son producto de editoriales de prensa “académicas” de la
Universidad de Chicago y de la Universidad de Oxford
respectivamente. Incluso un diario serio de las características
de la Revista de la Universidad de Chicago presenta en su
portada de Junio de 2006, el titular “Nuevo Mundo en Peligro,
Los Expertos en Catástrofes se Planifican para una Grande”.
Ya no son solo los
agoreros y profetas del desastre a quienes les toca predecir el
“fin del mundo”, escribe la Revista de la Universidad de
Chicago: “Explorando las posibilidades catastróficas del
mundo moderno, los científicos y los sociólogos explican por qué
el cielo, de hecho, puede estar cayendo”. En otras palabras, en
los próximos años una actividad de trabajo o fuerza de trabajo
principal deberían estar incluidas en los costos de la Operación
de Rescate de la Tierra. Las corporaciones multinacionales
estarían puestas en usar bien para organizar esta fuerza de
trabajo, y en el proceso de descentralizarse para dar las
riendas de poder a los grupos socios biorregionales. Un aspecto
fundamental de este proceso, por supuesto, es la igualación de
la riqueza de retornar la riqueza a la fuente, a la tierra y a
la gente desde los que han sido tomados los recursos en primer
lugar. De esta manera el asunto de la pobreza mundial se
confrontaría también directamente con una solución obvia. Hemos
estado dominados por los valores egoístas y el ego corporativo
durante tanto tiempo que es el momento que la marea gire en
dirección del altruismo, la cooperación, el perdón y la
compasión.
La Asamblea Mundial
Noosférica en coordinación con el Banco Mundial se adjudicaría
este proceso en forma acorde con la guía de un consejo
espiritual ecuménico de ancianos sabios. La Asamblea Mundial
Espiritual-Ecológica de la Noosfera (NSEWA-AMEEN) ya ha
desarrollado una constitución para la comprensión del concepto
científico de la vida. La NSEWA-AMEEN reconoce que el espíritu
humano en su maligna condición espiritual ecológica, es el
desencadenante de los cataclismos terrestres. Para este fin, y
en reconocimiento de la noosfera emergente, la NSEWA -AMEEN, a
través de su constitución ha establecido ya muchos objetivos,
tareas, campos de regulación y normas legales a ser considerados
en el proceso de establecer el nuevo orden de la realidad. El
facultamiento de este cuerpo por parte del Segundo Congreso
Planetario de los Derechos Biosféricos es esencial para la
salvaguardia de la transición más armoniosa posible del viejo
orden al tiempo nuevo.
4.-
Establecimiento de los principios de la Ciudadanía Galáctica.
Dependiente de los tres pasos precedentes el cuarto, el de
otorgar la ciudadanía galáctica libre e igual a todos los
humanos es absolutamente obligatorio. Incorporando los
principios fundamentales de los derechos humanos tal como están
expuestos en la “Declaración Universal de los Derechos Humanos”
de 1948, la ciudadanía galáctica liberaría a todos los humanos
de cualquier lealtad nacionalista. Esto es referido como
“ciudadanía galáctica” porque es en reconocimiento de que la
Tierra es, en realidad, un satélite orbital de una estrella, el
Sol, el cual es un miembro de la galaxia local, la “Vía Láctea”.
Al enfatizar la
naturaleza galáctica de la realidad solar-terrestre, podríamos
comenzar a sintonizarnos como especie con el hecho de que
mediante nuestra crisis y trabajo global conjunto estábamos
entrando a la primera etapa o convirtiéndonos en una
civilización cósmica de Tipo I, que nos habíamos graduado en el
viejo orden nacionalista de lucha y competición, y estábamos en
una nueva era de consciencia cósmica y cooperación planetaria.
En línea con el proceso de la emergencia noosférica,
empezaríamos a entendernos y a vernos como un único organismo
planetario sin necesidad de cometer suicidio por violencia y
lucha sino más bien anhelantes de sanarnos a nosotros mismos. En
este cambio de clima mental, resultante de nuestra comprensión
de la naturaleza y significado de nuestra ciudadanía galáctica,
podríamos contemplar una razón mucho más ennoblecedora, para
nuestra existencia. Por ejemplo, una nueva y elevada visión y
propósito, para vivir en esta Tierra podrían ser aportados por
todos, siendo asignado un papel en el cuidado y custodia de la
Tierra, como “Parque y Reserva Cultural Planetarios
Galácticamente Federados”.
La idea aquí es
que, hace tiempo, nuestros ancianos y ancestros tenían a la
Tierra, como un reino sagrado, un patio de recreo divino, un
jardín de abundancia. El advenimiento del secularismo y la
industrialización materialista de los medios y la producción
pusieron fin a la prevalencia de esa percepción. ¿Pero, podemos
decir que no había una verdad en esa percepción indígena o que,
al igual que el Sol brillando detrás de las nubes del
materialismo, la realidad sagrada de la Tierra no prevalece
todavía? Si sobrevivimos a los próximos años, seguramente
veremos la sabiduría de considerar la Tierra como un parque
temático y una reserva cultural galáctica. Nuestros ancianos
indígenas podrían acudir, a guiarnos en este proceso. Si nos
convertimos en una especie desnacionalizada, organizada
biorregionalmente teniendo todos nosotros la ciudadanía
galáctica y sin estar ya involucrados en la guerra y en la
expansión o protección de nuestras fronteras, entonces, como
custodios y guardas del Parque y Reserva Cultural Planetaria
Galácticamente Federada, podríamos estar estimulados hacia
nuevos niveles de esfuerzo creativo e ingenio cooperativo.
Esta propuesta no
es sino una extensión lógica del movimiento que se ha hecho
recientemente para transformar la República Autónoma de Altai
(Federación Rusa) en una Reserva Noosférica y Centro de Paz
Planetaria a Través de la Cultura. Esto en esencia, se está
haciendo para preservar la remota tierra y cultura siberianas de
los efectos de la globalización y la contaminación noosférica.
Dado que es la globalización, la que ha sido la causa de la
desacralización final de la Tierra en la era de la
post-globalización, podría ser de sabios, asegurar la sacralidad
renovada de la Tierra entera para transformarla de igual forma
en una Reserva Noosférica: un Parque y Reserva Cultural
Planetaria Galácticamente Federada, ¡una ermita de paz
intergaláctica!
5. Desarrollo de
comunidades de jardín y la red de tecnología alternativa.
Esto es obligatorio, para empezar a bajar los niveles de las
emisiones de gas de invernadero, así como, para proveer de
nuevas bases comunitarias para los millones de refugiados y
ciudadanos marginales desplazados, que viven en los masivos
ghettos urbanos. Según el Reporte del Hábitat Humano de la ONU
(Nairobi), publicado en 2003, para el 2030 uno de cada tres
humanos estará viviendo, en una de estas barriadas en las
extensiones incontroladas de las áreas urbanas. Es intolerable,
considerar las implicaciones de esta proyección estadística, por
más de un momento. ¿Por qué no se lanza, ahora, una campaña
masiva para atender y remediar este asunto? Debemos actuar
ahora, y comenzar a crear los hábitats para la humanidad, que
sean el componente humano más crítico de la visión de la
Operación de Rescate de la Tierra.
Como podemos
apreciar, este es un asunto complicado ligado a la entera
ruptura biosférica y a la destructora naturaleza de la
tecnosfera como organismo de máquina, a escala planetaria. El
consumo insaciable de la energía no renovable está íntimamente
relacionado, con el aumento de la población, el crecimiento de
la industria del transporte, y el surgimiento subsecuente de las
barriadas urbanas:
“La abundancia
de energía ha permitido a la población humana, expandirse
ampliamente, multiplicándose por tres, durante el periodo de
vida de la actual Reina de Inglaterra {Isabel II}. Una nueva
sub-especie, llamada Homo hydrocarbunum, se desarrolló… (y)
seguramente se extinguirá hacia finales de este siglo… No
estamos a punto de quedarnos sin petróleo, sino que la
producción está a punto de alcanzar su máximo. La transición
representará una discontinuidad sin paralelo, a medida que el
crecimiento del pasado, dé paso al declive del futuro”.
(C. J. Campbell,
“Petroleum and People”, Population and Environment {vol.
24, nº 2), pp. 193-207 (Noviembre, 2002), citado en Andrew
McKillop y Sheila Newman (editores), The Final Energy Crisis,
Pluto Press, Londres 2005, p.154.
El hecho es, que el
pico en la producción de petróleo ocurrirá hacia el 2010. Esto
significa que para el 2012, el mundo estará en un giro
precipitado de consumo de energía. Y en 2035, según las
proyecciones actuales, la población estará sobrepasando los ocho
mil millones, mientras que la producción disponible de petróleo
habrá bajado tanto, como un 75% de los niveles de nuestros días.
Esto creará un efecto, al que Andrew McKillop se refiere, como
“apocalipsis 2035”. ¿Quién poseerá este petróleo remanente y qué
estarán haciendo los crecientes números de desposeídos?
Es virtualmente
imposible imaginar al mundo, en este tipo de situación, sin
conjurar la palabra “apocalipsis”. Este apocalipsis, sin
embargo, está basado en las proyecciones estadísticas de una
sola tendencia sin considerar necesariamente muchas otras
tendencias. Si uno toma en cuenta otras tendencias -
calentamiento global, catástrofes naturales, confrontaciones
nucleares, enfermedades, actividad incrementada de las
explosiones solares - el apocalipsis pudiera estar mucho más
cercano que el 2030. Una fecha más que probable es el 2012, el
Punto Omega de la humanidad. ¿Queremos esperar a ello, o
deseamos actuar?
No es simplemente
una cuestión de reducir las emisiones de las plantas
industriales existentes, sino de moverse vigorosamente hacia el
desarrollo de tecnologías y métodos de producción que no sean
contaminantes y de visionar la descentralización de la población
humana, alejándose de los congestionados centros urbanos. Brasil
como nación está, por lo menos, actualmente cambiando hacia el
etanol. Eso no es sino un comienzo. Los miles de millones
gastados ahora, en la guerra y en la industria de armas deben
ser canalizados hacia este doble propósito: inversión en energía
y tecnologías alternativas no contaminantes, y la creación de
las comunidades de jardín, que serán impulsadas por estas
tecnologías. Debemos empezar ahora, a crear una red global de
tecnologías de energía alternativa y su capacidad para ayudar al
éxodo cuidadosamente ejecutado, lejos de los centros urbanos y
hacia un nuevo tipo de cultura descentralizada de jardín.
En la consideración
de la nueva cultura de jardín, debemos ver también el impacto
económico y ecológico de una tendencia evolutiva hacia el
vegetarianismo. Si las vacas no fuesen más el alimento básico de
la dieta humana, la tierra que ahora se utiliza para pasto
podría ser reclamada por la selva húmeda. Sin embargo, hay
muchos asuntos complejos que deben considerarse a la luz de los
detalles de las cadenas alimenticias sostenidas por la biosfera.
El punto es que la energía, la producción de alimentos y el tipo
de estructura económica que existen hoy en el mundo son
interdependientes. Es por esto, por lo que debemos aplicar el
genuino pensamiento de sistema entero a la solución de la
transición biosfera-noosfera.
6. Centros para
la Restitución de la Mente Natural. La fascinación con la
tecnología de máquina está ligada a los efectos inmediatos de
las nuevas tecnologías. Es decir, una vez introducidas en la
corriente de vida las nuevas tecnologías nos hacen sentir como
si no pudiéramos vivir sin ellas. Mira el automóvil, Internet,
el teléfono móvil; la vida sin ellos es impensable o así parece.
¿Es cierto como algunos científicos han conjeturado que la
civilización humana que ha producido la tecnosfera es en
realidad, tan sólo una etapa intermedia e inestable para un
nivel de desarrollo aun más puramente tecnológico? En 1971,
Ioseph Shklovski especulaba, en estos términos: “Yo también
enfatizaría que el desarrollo de tales avanzadas civilizaciones
cibernéticas puede describirse como un lógico desarrollo
abiológico de la vida como la conocemos. Puede ser, que lo que
llamamos civilización, sea meramente una etapa intermedia en el
camino hacia una civilización mucho más avanzada más aun, un
paso intermedio e inestable”. CETI, p. 150
Por supuesto, la
civilización futura imaginada por Shklovski y sus colegas, era
puramente tecnológica y dominada por máquinas en la que el
humano biológico había desaparecido. En esta visión, las
máquinas no sólo son extensiones de la biología humana sino la
siguiente etapa real de la evolución biológica una evolución, en
la que la inteligencia artificial reemplaza a la inteligencia
humana y el humano ya no es necesario.
Con el fin de
realizar nuestro potencial humano total debemos mirar el otro
lado de esto. ¿Y qué pasaría si la civilización tecnológica
fuese la etapa intermedia e inestable en la evolución de la
consciencia más elevada? ¿Y qué pasaría si el único propósito
del desarrollo de la tecnosfera fuese simplemente el de irradiar
al humano por todo el planeta como un organismo genuinamente
planetario, meramente en preparación para una mutación hacia una
avanzada etapa unitaria de la consciencia? ¿Y qué pasaría si la
evolución biológica tendiese, en realidad hacia la evolución de
la mente y el espíritu? ¿Y qué pasaría si la meta final de la
evolución biológica fuese su propia trascendencia -no el
reemplazo por robots- sino la suprema transformación y
transcendencia mental-espiritual hacia un reino de espíritu puro
o radiancia y luz?
En esta visión
debemos contemplar la posibilidad de que la telepatía y lo
paranormal juzgada ahora, por los escépticos científicos
escépticos como auto-engaños fraudulentos puedan ser los
indicadores reales hacia la siguiente etapa de nuestra
evolución, la unificación telepática de la consciencia y por lo
tanto, de nuestro ser biológico como un único organismo
planetario. ¿No es éste el significado de la noosfera? Por lo
menos deberíamos considerar que esto es igualmente tan posible
como el ser reemplazados por una raza de robots. Siendo ese el
caso, esta posibilidad necesita una atención concentrada y un
apoyo de investigación mayor.
El propósito del
programa CREST -Centros para la Restitución, Investigación y
Educación de la Mente Natural-, del Instituto de Investigación
Galáctica es establecer una red telepática para anticipar la
noosfera como una mutación real de la consciencia. Cuando su
primera etapa se complete, a mediados de 2009, este proyecto de
ingeniería planetaria constará de trece centros localizados
estratégicamente en los dos hemisferios Norte y Sur (seis en
cada mitad del globo, el decimotercero cerca del Monte
Kilimanjaro, en el ecuador). A través de un programa que primero
entrena a los investigadores en el reconocimiento de la mente
natural, esto es, la mente libre de ego y de toda
conceptualización el proyecto de ingeniería planetaria hace,
luego progresar la mente hacia ejercicios telepáticos
coordinados con los investigadores en los otros doce centros.
El propósito de
este proyecto del GRI- IIG es doble: primero, explorar la
posibilidad de crear una red telepática funcionando
colectivamente - una red noosférica de seguridad - y segundo,
dirigir experimentos para probar la capacidad de un campo mental
telepático unificado para interactuar con el campo
electromagnético de la Tierra, en particular, con los flujos
plásmicos de los dos polos magnéticos, la aurora boreal y la
aurora austral. Algunos experimentos pioneros en esta dirección,
ya han sido dirigidos por el grupo ISRICA (Instituto para la
Investigación Científica de la Antropo-ecología Cósmica) de la
Academia Rusa de Ciencias, Novosibirsk. Puede bien ser que tales
experimentos globalmente organizados tengan un profundo efecto
en estabilizar la Tierra a medida que la aceleración de los
eventos se acerca, al punto de clímax del 2012. (Ver V.P.
Kaznacheev y A.V. Trofimov, Cosmic Consciousness of Humanity,
Problems of New Cosmogony, Tomsk 1992,(La Consciencia
Cósmica de la Humanidad, problemas de la Nueva Cosmogonía),
especialmente “The ‘Polar Circle’ Global experiment”(El
Experimento Global del Círculo Polar) pp. 87-94 y “The ‘Aurora
Borealis’ Global Experiment Distant-Informative Interactions in
the Noosphere and their Role in the Planetary-Biospheric
Homeostasis of the Earth,” (El Experimento de la “Aurora Boreal
“Interacciones Informativas distantes en la Noosfera y su papel
en la Homeostasis Planetario-Biosférica de la Tierra)” pp.
129-138.)
7. Rearme Moral.
Si hay un asunto que asola la civilización global actual es la
adherencia a la creencia en el relativismo a expensas de la
creencia en lo Absoluto. Este relativismo es parte de la
herencia de la ruptura entre la ciencia y la teología que
ocurrió en el siglo XVIII. También es un aspecto de lo que
pudiéramos llamar la democratización de la consciencia que, como
la doctrina del progreso de máquina las mayores comodidades
materiales, y la economía capitalista y liberal del libre
mercado es vista como un factor inevitable e irreversible en la
constitución mental y cultural de la civilización de la
globalización de nuestros días.
El efecto total de
estas tendencias da como resultado una sociedad totalmente
secular dominada por una cultura de elección por un lado, y por
el otro, una diversidad marcadamente anárquica de formas de
expresión personificada por Internet. La multiplicidad de
opciones – simplemente, camina por el pasillo de un supermercado
en algún centro comercial industrializado y cuenta cuántas
opciones de cereales para el desayuno puedes encontrar - e igual
multiplicidad de formas de expresión y voces, expresándose
juntas, creando un cenagal mental de masas conocido como el
relativismo moral. En el relativismo moral, todo el mundo está
en lo correcto de modo, que nadie está en lo correcto. Si hablas
acerca de lo absoluto eres, o un fascista o un fundamentalista y
más probablemente te convertirás en un terrorista. De esta forma
el relativismo moral es su propia forma de tiranía, igual que la
ciencia moderna que obstinadamente rehúsa aceptar cualquier
hipótesis que sugiera que existe un principio más elevado, Dios,
el diseño inteligente, etc., y mucho menos que lo paranormal sea
un campo de estudio real.
Es muy probable que
este relativismo moral sea el responsable de la caída de la
sociedad moderna, porque, donde prevalece el relativismo moral
hay una pérdida de la discriminación, una degradación del gusto,
una pérdida de la percepción estética, una sosa mediocridad,
dominada por una cibercultura de cretinos y una industria del
entretenimiento que está siempre flirteando con la pornografía,
mientras te presenta más y más violencia gráfica. En 2006, el
30% de los adolescentes estadounidenses no terminarán su
educación media y los desertores se ven en cantidades
crecientes, como perdidos y raros, en los sectores privilegiados
y parques de los centros urbanos. En Tokio, por otra parte, uno
de cada cuatro niños en edad escolar dice que nunca ha visto una
Luna llena. Estos son los hechos de la alienación relativista.
Las premisas
básicas de la globalización favorecen este proceso de
relativismo y alienación. China es la base de producción de
Wall-Mart, en tanto que la India es el productor de software de
Microsoft. Muy frecuentemente los zapatos que estás usando
fueron hechos en algún país del sudeste de Asia. La desconexión
entre los medios y la producción, el trabajador y el productor,
nunca ha sido más grande. Esto se debe a que todos están
fundamentalmente desconectados de la vida y están viviendo una
ficción abstracta dominada por el teléfono celular, Internet y
el automóvil.
Quizás ya es muy
tarde para rescatar al humano de hoy de las ilusiones del
relativismo y de la pobreza espiritual de la acelerada senda. El
glamour de la tecnología continúa en toda su intensidad y
parece, que sólo una catástrofe natural o una visita
extraterrestre de más allá, le pondrán fin. Sin embargo, si
consideráramos una campaña de rearme moral, ¿Por dónde
empezaríamos? En la mente, por supuesto. Si realmente
entendiéramos la naturaleza de nuestra mente no haríamos el
noventa por ciento de lo que hacemos ahora. Esto de nuevo nos
lleva al punto de la noosfera y la idea de los Centros para la
Restitución de la Mente Natural. Existen técnicas de mente plena
y son bien utilizadas principalmente por los monjes budistas,
unos cuantos adeptos hindúes, y algunos Sufis. ¿Y, si las
técnicas de entrenamiento de la mente plena se introdujeran en
la educación masiva? O en las sociedades islámicas, ¿si las
técnicas del Dhikr - el recuerdo de Dios - se volvieran una
parte integral de la educación de todo niño y joven adulto?
Quizás ha llegado
el tiempo de considerar si somos o no espiritualmente ricos o
espiritualmente pobres. Si conociésemos nuestras mentes o
reconociésemos la remembranza de Dios como nuestro verdadero
ser, el enfrentamiento entre las diferentes facciones
disminuiría en gran medida, y la tolerancia y la compasión
aumentarían también en gran medida. Quizás leer el Corán junto
con la Biblia y el Bhagavad Gita complementado con el
entrenamiento de la mente plena inducirían a una mente
inquisitiva y una facultad naturalmente mental discriminadora
evolutiva. Quizás incluso, podríamos comenzar a desarrollar una
espiritualidad genuinamente planetaria apropiada a nuestra
especie globalizada y esto sería también una función incipiente
de la noosfera. Al menos en el sistema escolar occidental la
idea de cualquier tipo de espiritualidad en las aulas no es
tolerada. Este es un enfoque fascista y mentalmente cerrado en
sí mismo. ¿A qué tememos?
Dando el mejor paso
humano al frente quizás, será correspondido con la ayuda del Más
Allá, algún tipo de Plan Marshall Galáctico y erradicar la
pobreza espiritual de los sistemas planetarios tan desorientados
y erráticos como el nuestro.
“Puedes decir
que soy un soñador, pero no soy el único”.
−John Lennon, “Imagina”
Al simplemente
considerar los pasos mencionados y cómo comenzar con cada uno de
ellos estamos promulgando las primeras leyes o principios de la
noosfera como el nuevo y unificado estado de la mente y la
consciencia de la Tierra. Al enumerar y detallar, en algún
grado, las asuntos contenidos en los siete temas anteriores
estamos en un camino directo “tomando el toro por los cuernos”.
Todos saben que hay un problema con el medio ambiente, la
biosfera. Todo el mundo sabe, qué es lo que está causando del
problema. Nadie hablando en general, está dispuesto a
identificar directamente los puntos de influencia para lidiar
con el problema. Y generalmente, nadie está dispuesto a sugerir
soluciones que confronten directamente a las agencias encargadas
de perpetrar el problema. Por una parte hay demasiado temor de
ser controlado por los poderes que sean, y por la otra
aquellos con intereses creados no están dispuestos generalmente
a dejar su poder. Pero damas y caballeros, estamos en una
emergencia planetaria. No tengamos pelos en la lengua y no nos
intimidemos ante la verdad.
Digamos que el
médico nos ha dicho que nos quedan sólo seis años de vida a
menos que deseemos hacer algo al respecto. Cambiemos nuestros
hábitos y estilos de vida, deshagámonos de nuestras adicciones,
eliminemos el estrés de nuestra vida dejemos de acumular nuestra
riqueza y desarrollemos una actitud caritativa
y espiritual. Vayamos más despacio, tomemos un tiempo para
meditar y reflexionar sobre nuestra vida. Pasemos más tiempo en
la naturaleza. Hagamos buenas obras que ayuden a reparar el daño
causado por nuestra codicia. Demos a los huérfanos y a los
necesitados y desposeídos por la guerra y los desastres
naturales. Dejemos de matar gente gratuitamente y pensemos en
cómo podemos reparar las cercas y ser buenos vecinos. Dejemos de
gastar dinero en armas de destrucción e invirtamos mejor en
nuevas formas de hacer cosas que ayuden a la Tierra y a la raza
humana. Si hiciéramos todo esto - y más - el médico nos diría,
muy bien, vas a vivir más de seis años. Quién sabe cuánto
podrías vivir si hicieras todas estas cosas para mejorar la
calidad de tu vida y retornar a la buena salud.
Para asegurar que
podemos permanecer firmes en nuestro nuevo programa de salud,
podríamos convocar un Congreso Biosférico para cuidar de nuestro
cuerpo y de las relaciones con la Tierra, y una Asamblea
Noosférica Mundial, para reparar nuestra mente y ver en qué
nuevas direcciones desearían evolucionar nuestra mente y nuestro
espíritu. Podríamos establecer una agenda 2012 para cumplir con
nuestras nuevas metas de autoayuda y cuando, como organismo
planetario podríamos esperar la nueva ficha de salud, que diga:
“Tú ya no eres un homo sapiens. Te has graduado. Ahora eres un
homo noosférico”.
® Instituto de
Investigación Galáctica, 2006. Todos los derechos reservados.
Bibliografía seleccionada: (Observa por favor
que ésta no es por ninguna razón comprehensiva, y se concentra
en cierta literatura reciente sobre la noosfera disponible en
inglés. Se invita a otros grupos lingüísticos/culturales a
agregar a esta bibliografía las publicaciones en sus propios
lenguajes.)
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