Noosfera: La Dimensión Espiritual de la Realidad
Publicado en 24/01/2022
NS1.34.7.15 KIN 146 Enlazador de Mundos Eléctrico Blanco
En honor al 83º retorno solar de José Argüelles/Valum Votan, aquí hay un extracto de su documento Noosfera II: NOOSFERA II, UN EXPERIMENTO DE LA LEY DEL TIEMPO
“Para ser profundamente comprendida, como tal vez solo Teilhard de
Chardin podría haberla captado, la noosfera también debe ser
considerada como el descenso de la dimensión espiritual sobre la
especie humana, un manto invisible imposible de predecir si
tuviéramos que confiar únicamente en los métodos conocidos por
nosotros hoy, sino más bien participando de algo de lo sobrenatural,
o incluso de lo Divino.
Para que sea totalmente cósmica, la noosfera, como la manifestación
consciente de la dimensión espiritual de la realidad universal,
implica una integración interdimensional necesaria para el ascenso
del espíritu y la trascendencia del ego. Porque si hay algún
problema importante en todo el mundo hoy que impide cualquier
progreso moral o espiritual, es el del ego.
Abordar el problema del ego es enfrentarse a la realidad espiritual
y a la oportunidad que nos brinda el advenimiento de la noosfera.
Porque si hablamos de la conciencia actual como determinada por una
cosmovisión fragmentaria e individualista, el factor principal que
mantiene esta conciencia fragmentada e individualista es el
ego. Este es un problema para todos, sin importar la creencia o
religión.
Hay un ego corporativo, un ego nacionalista, un ego familiar o de
clan, un ego religioso sectario y un simple ego individual.
A partir de las descripciones anteriores de los estados místicos y
de la conciencia cósmica que arrojan luz sobre la conciencia
noosférica, está claro que, en el próximo cambio evolutivo, el ego
será trascendido por completo, o será transfigurado y subsumido de
tal manera en un principio de orden superior que será irreconocible
tal y como lo entendemos ahora.
Sri Aurobindo, otro precursor en el proceso de definir una condición
de conciencia más elevada, no solo supermental sino supramental,
más allá de la mente, afirma:
No es muy fácil para la mente habitual del hombre, siempre apegada a
su asociación pasada y presente, concebir una existencia aún humana
pero radicalmente cambiada en lo que ahora son nuestras
circunstancias fijas.
En lo que respecta a nuestra posible evolución superior, nos
encontramos en una posición muy parecida a la del Mono original de
la teoría darwiniana.
Habría sido imposible para ese Mono que llevaba su vida instintiva
arbórea en los bosques primitivos concebir que un día habría un
animal en la tierra que utilizaría una nueva facultad llamada razón
sobre los materiales de su existencia interna y externa, que
dominaría con ese poder sus instintos, hábitos, cambiaría las
circunstancias de su vida física, construiría para sí mismo casas de
piedra, manipularía las fuerzas de la Naturaleza, navegaría por los
mares, cabalgaría por el aire, desarrollaría códigos de conducta,
evolucionaría métodos conscientes para el desarrollo espiritual y
mental.
Y si esto hubiera sido posible para la mente del Mono, todavía le
habría resultado difícil imaginar que mediante cualquier progreso de
la Naturaleza o por un largo esfuerzo de la Voluntad y de la
tendencia, él mismo podría desarrollarse en ese animal…”
(Sri Aurobindo, de “El Ego y las Dualidades”, p. 55, La Vida
Divina, (1977).
Esta reflexión expone sucintamente lo que estamos enfrentando en
este mismo momento de nuestra evolución.
Por ahora, los procesos de la razón han sido tan cooptados por la
tendencia del ego, tan separada por la fuerza inerte e inexorable
del determinismo histórico global del impulso divino original, como
para apropiarse de todo tipo de sensibilidad, e incluso de los
códigos de conducta moral y religiosa.
Dicho esto, un requisito previo importante de la Noosfera II es
el desarrollo de técnicas para reconocer y tratar con el ego y
desarrollar métodos para la autotrascendencia como una cuestión de
hábito diario.
Por supuesto, experimentar estados sin ego ha sido un objetivo de
ciertas tradiciones, algunas más que otras. Aún así, ahora la
práctica del estado libre de ego debe ser cultivada, comunicada y
transmitida como una cuestión de preparación para su carácter común
en la realidad noosférica”.
|