La Noosfera: El Cerebro Arco Iris de la Nave Tiempo Tierra
por José Arguelles

¿Qué es la noosfera? ¿Podemos definir la noosfera con mayor precisión para que sea un término menos nebuloso? ¿Podemos concretar lo suficiente la noosfera para que pueda ser entendida y aceptada como el nuevo camino en la normalidad cotidiana que viene de un nivel superior?

En primer lugar, vamos a decir que la noosfera ha existido desde que la vida se instituyó en la Tierra. En este sentido, la noosfera es la suma de las interacciones mentales de toda vida.

Las interacciones mentales, o campo de la mente, existen como un gran medio inconsciente, inseparable de la Ley del Tiempo. Es decir, si toda la vida y el mundo fenoménico del medio biosférico están sincronizados por la Ley del Tiempo, entonces los programas de la organización de la vida, desde las tablas periódicas al código del ADN, también estarán sincronizados e incluidos en las matemáticas de la Ley del Tiempo.

Al ser una función del sistema entero e integral de la Tierra para el funcionamiento de la biosfera como una interacción de ciclos en los que interactúa lo orgánico e inorgánico con un orden establecido de transmutaciones químicas, la noosfera debe ser también el campo o programa coordinador mental de este complejo de interacciones vitales.

Debe, por lo tanto, ser una característica de la evolución biosférica, el que la noosfera permanezca inconsciente hasta que sea alcanzado un momento significativo el punto culminante del ciclo de la combustión biogeoquímica, la promulgación de la transición biosfera-noosfera.

Así como el campo mental de la Tierra, debe ser un acto de auto-reflexión colectiva la que despierte la noosfera en el funcionamiento consciente. Al definirse como la envoltura mental de la Tierra, la noosfera puede entrar en la manifestación consciente sólo a través de un acto de auto-reflexión colectiva, tal como el propuesto cambio de calendario.

Además, como la envoltura mental de la Tierra, que está por encima y alterna con la biosfera, la noosfera esfera mental sólo puede significar una cosa: el advenimiento de la telepatía universal entre los humanos.

Internet puede ser visto como un reflejo tridimensional de la noosfera, una forma de proto-telepatía electrónica. Pero, irónicamente, mientras los humanos se aferran a Internet, no pueden experimentar el verdadero potencial evolutivo de la genuina telepatía universal. El punto es que la telepatía sólo puede funcionar en un campo de realidad que esté sincronizado con la frecuencia del tiempo natural 13:20.

El tiempo y la telepatía son factores que se definen mutuamente, que dependen de la unidad de pensamiento. Los humanos han elegido el camino de la desunión, por lo que sus programas calendáricos entran en conflicto y están en desacuerdo con los demás y con el tiempo natural. Esto mantiene la tecnosfera, destruye la biosfera y guarda la noosfera en el inconsciente. Pero ahora, con el Evento Inevitable, se ha producido la ruptura, y ha comenzado la destrucción del Encantamiento del Sueño de la Historia. El cerebro arco iris de la noosfera vuelve de nuevo a penetrar la conciencia humana.

El cerebro arco iris de la noosfera ¿Qué es eso? Como la envoltura mental de la Tierra, la noosfera posee una estructura ordenada por la Ley del Tiempo y congruente con la estructura de la Tierra entera. Dentro de la noosfera se encuentran el panel  de control o los programas de evolución, definidos como el banco psi el medio de almacenamiento y recuperación de información para todos los programas mentales.

La noosfera es el campo de consciencia planetaria donde los humanos están destinados a participar y completar su evolución. Sin embargo, al operar por el tiempo artificial es como mirar a través de un cristal oscuro. Siendo esto así, no hay noosfera para ver. Los humanos suelen experimentar la consciencia a través de las rendijas de su prisma sensorial, condicionado por las creencias separatistas, haciendo más difícil alcanzar una percepción o experimentar el campo de consciencia como coincidente con la Tierra.

En efecto, si la biosfera es la región de la Tierra para la transformación de las energías cósmicas, la noosfera es la región de la Tierra para el reflejo de la consciencia cósmica y sus programas mentales. Vista a través de la lente del tiempo sincronizado universal, los humanos al adaptarse al único instrumento de medición del tiempo están compartiendo inherentemente una única forma de pensamiento. Es ese acto de convergencia auto-reflexiva el que hace la noosfera consciente.

Al igual que con todas las demás estructuras y procesos geoquímicos de la Tierra que son planetarios por naturaleza, la noosfera, el cerebro arco iris de la Tierra, tiene en realidad una coherencia y un orden que podemos definir de forma precisa. De esta manera vamos a redefinir la naturaleza de la realidad humana y del ser humano mismo.

Debemos ampliar nuestra lente de percepción para abarcar la Tierra entera como un único ser. Respecto a éste único ser de la Tierra, el humano individual es apenas una partícula. Las dimensiones y proporciones por las que habitualmente medimos la realidad también deben ampliarse para dar cabida a las grandes dimensiones de la Tierra como una entidad única, un geo-cosmos planetario dentro del campo solar, la heliosfera. Dado que el Sol es también una estrella, la heliosfera es una función y miembro del orden galáctico del ser.

Como la “esfera pensante” mental de este ser planetario, la Tierra, la noosfera está arriba y alterna con la biosfera, la hidrosfera y la atmósfera. Está contenida por y funciona dentro del gran campo electromagnético invisible de la Tierra.

Aunque la ionosfera es el nivel más bajo del sistema de campo electromagnético de la Tierra, las principales estructuras de este campo son los dos cinturones de radiación situados a 3.000 y 16.000 kilómetros por encima de la Tierra. Es dentro de los dos cinturones de radiación donde se encuentran los paneles de control de la noosfera del Banco Psi.

(Extracto de El Tiempo y la Tecnosfera: La Ley del Tiempo en los Asuntos Humanos, 2001)