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Llegará un tiempo
–Profecía de los indios Cree
Extracto de la Introducción: Despertando al Orden Sincrónico
Un tiempo está terminando, pero otro recién comienza, una era
completamente nueva en la historia de la Tierra: la
Noosfera. Este es el mensaje de José Argüelles. Estamos dejando
el mundo de la materia sensorial pura y entrando en un mundo de
la mente y la telepatía. En este nuevo mundo de la Noosfera, el
tiempo no es lo que mide un reloj, sino un factor de
sincronicidad y la sincronización de nuestras mentes en una
conciencia en constante expansión.
Más que una narración biográfica autorizada, esta historia está
destinada a convertirse en un relato mítico y culturalmente
indispensable de este visionario de nuestro tiempo: el tiempo de
nuestra transformación planetaria colectiva.
CG Jung introdujo por primera vez la idea de sincronicidad en la
mente moderna en 1952, con su famosa exposición, Sincronicidad:
un principio de conexión acausal. Este fue el mismo año del
descubrimiento de la tumba del gran Pacal en Chiapas,
México. Esta tumba, el enigma del hombre cuyo cuerpo fue
enterrado allí, se convertiría en una faceta central de la vida
de José, especialmente en su investigación del calendario y la
cultura maya. Después de años de estudio y experimentación, José
descubrió que la sincronicidad se basa en un orden matemático
subyacente similar a las matemáticas subyacentes del calendario
maya, aunque esta información es universal y no estrictamente
"maya". Llamó a esto el "orden sincrónico", el principio
ordenante cósmico de sincronicidad.
José descubrió que el orden sincrónico es una matriz de
inteligencia viva; es un orden de realidad cuatridimensional
basado en la Ley del Tiempo. Por tanto, la Ley del Tiempo es la
ciencia de la sincronicidad. En Tiempo y Tecnosfera
(2002), afirma que el futuro de la evolución humana es
convertirse en un medio de conciencia cósmica que viaja de
regreso a las estrellas, pero a través del conocimiento superior
de las leyes reales del tiempo. Él cree que esto es lo que
previeron los mayas.
Su camino hacia este descubrimiento no fue ordinario; fue el
camino de un visionario. En la sociedad aborigen la visión se
considera uno de los valores más altos a cultivar. En la cultura
occidental, la visión generalmente se descarta como no real. Los
visionarios son aquellos que han tenido visiones y son capaces
de presentarlas a la sociedad para que la gente se renueve. El
visionario ve a través y más allá de la realidad ordinaria.
Extracto del Prefacio del autor: Cómo Llegué a Escribir este
Libro
Conocí a José Argüelles en la primavera de 1998 cuando tenía 25
años en el 28º Festival Anual de la Tierra Entera en Davis,
California. Me acababa de enterar de él unos meses antes cuando
alguien me regaló una copia de los Surfistas de la Zuvuya,
su obra de 1987. José había comenzado el festival cuando era
profesor en la Universidad de California, Davis, 28 años antes.
Paul Levy me había invitado a unirme a él en el festival donde
hablaría ante José Argüelles. Paul era el director del Centro
Padmasambhava (Budista Tibetano) en Portland, Oregon, así como
creador de grupos del Despertar en el Sueño influenciados en
gran medida por las obras de Carl Jung. Paul se había inspirado
a través de un amigo en común, Mark Comings, para honrar a José
como un "tertón" o "buscador del conocimiento oculto", en la
tradición tibetana, por su descubrimiento de la profecía del
Telektonon, la profecía del tiempo y la regeneración del tiempo.
Poco sabía en ese momento, pero esta fue la clave de apertura
para el destino de mi vida.
Mi primer encuentro con Paul Levy fue precedido por una
experiencia cercana a la muerte varios años antes, en 1992,
mientras era estudiante de periodismo en Buffalo, Nueva
York. Esta experiencia activó mi búsqueda espiritual de la
verdad. A partir de ese momento tuve experiencias recurrentes
que no podía explicar, y no me sentía cómoda hablando con nadie
sobre ellas.
Prólogo de Antonio Velasco Pina, galardonado autor y filósofo
mexicano
La lectura de la biografía de José Argüelles, escrita por
Stephanie South, recuerda la figura de Jean-Francois
Champollion, pues es evidente que existen ciertos paralelismos
entre los dos personajes. En ambos casos, se trata de dos seres
dotados de una fuerte voluntad, que se propusieron la misión de
toda la vida de rescatar páginas importantes y desconocidas del
pasado, objetivo que lograron tras largos años de inmensos
esfuerzos.
Sin embargo, y sin pretensión de menospreciar la hazaña de quien
por casualidad logró descifrar los jeroglíficos egipcios, me
atrevo a decir que la tarea realizada por José Argüelles
pretende tener consecuencias de mayor trascendencia que las
derivadas del aporte al conocimiento. por su homólogo francés.
El hecho de poder leer los escritos de los egipcios posibilitó
el conocimiento de hechos ocurridos en el pasado en una
importante región del planeta, pero hasta el día de hoy no hemos
podido aplicar a nuestros problemas actuales las soluciones
resultantes de la sabiduría. desarrollado por los antiguos
habitantes del Nilo. Por el contrario, el conocimiento que José
Argüelles ha podido rescatar de la cultura maya nos da la
oportunidad de transformar la actual “civilización” destructiva
y suicida en una genuina civilización basada en los ciclos
naturales en alineación con el orden cósmico.
El primer paso para lograr un objetivo tan elevado es adoptar el
calendario de 13 Lunas/28 días. Todos los valores, hábitos y
normas que rigen el comportamiento humano se derivan en buena
medida del uso del calendario. Ajustar nuestra vida diaria,
tanto personal como colectivamente, a un calendario sustentado
en un conocimiento profundo de las leyes universales, nos
permitirá superar en poco tiempo la actual crisis planetaria
resultante de una combinación de codicia e ignorancia, que han
favorecido al mundo. destrucción de ecosistemas y han puesto en
peligro la propia subsistencia de la vida en la Tierra.
Prestando atención a las investigaciones realizadas por José
Argüelles, nos encontramos en el umbral del fin de un gran ciclo
de la historia y el comienzo de una nueva era. El planeta
experimentará un cambio dimensional y la humanidad está a punto
de iniciar una auténtica mutación, que le permitirá alcanzar un
nuevo y más elevado nivel de conciencia.
La presente biografía es mucho más que una obra literaria
entretenida y bien redactada; constituye un testimonio
invaluable de la existencia de un ser que ha superado la
percepción limitada y ordinaria del tiempo y el espacio para
comprender la cosmovisión de los antiguos sabios mayas. Una vez
lograda esta comprensión, José Argüelles no se limitó a darlo a
conocer a un reducido grupo de estudiosos, sino que se ha
dedicado a su difusión por el mundo. Le debemos muchas gracias
por eso.
"La realidad virtual muestra que estamos hambrientos de ser
liberados en un mundo paralelo, un reino imaginario que no es
solo un reflejo de nuestras peores pesadillas, sino de nuestras
aspiraciones más sublimes". – José Argüelles
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